Enrique Alí González Ordosgoitti
La Mujer de San Sebastián
(1985)
(Si desea leer, oir o ver otros Poemas: https://ciscuve.org/?cat=5782)
Llegaste como una tarde
a la que el sol
le explota
constante:
sin brisas
ni ocasos
por el medio de la calle
como quien sabe
que todo es suyo.
No pensaste nunca
en los que te vieron
en esos millones de ojos
atisbando
por las hendijas de las ventanas.
¿Quién iba a pensar
que ese día
el sol se volvería
pedacitos
y se irían cayendo
los ojos
a la tierra?
Pude verla incandescente
mientras se quemaban
las manos del aire
durante el tiempo
cuando la Mujer
arrojaba sus vestidos
por San Sebastián
y desaparecían casas
corrales
ríos
avenidas
hasta quedar
absolutamente desnuda
en la única plaza
del pueblo.
Y empezó a proferir
maleficios
maldiciones
rezos extraños.
Cambió su poderoso color blanco
a uno azul
amarillo
y luego naranja:
un anaranjado
reluciente
con alas
que la llevaron más allá
de donde
había estado
el sol.
La vi lanzarse en picada
sobre San Sebastián
estrellándose
en el aliento
de cada uno
de los habitantes.
Dejando
para la eternidad:
un olor de mandarina
en el ambiente…