F-0058-Danza-Litúrgica-LMLC 2
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Centro de Catequesis Litúrgica «Jesús Maestro»

Danza: Un posible Camino de Inculturación Litúrgica

Alaben al Señor con Danzas (Salmo 150, 4)

Trabajo que presenta: Hna. Luz María Linarez Corso[i]

Para obtener el: Diplomado en Liturgia

Asesora: Hna. Citlalli Brirruete

México D.F., julio 2011

Generación 2008-2011

 

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Tesina-del-Diplomado-de-Liturgia-LMLC-2011-México

 

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-Religiones y Religiosidades Populares, ver: https://ciscuve.org/?cat=54

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Resumen

La danza ha sido uno de los engranes de mi vocación, la considero como un medio de expresión de fe, adoración, alabanza, junto con el cuerpo que es expresión del alma. En estos 6 años de vida religiosa he percibido la inquietud de algunos religiosos, religiosas, laicos y sacerdotes por introducir la danza en las acciones litúrgicas, principalmente en los momentos de mayor festividad tales como; la fiesta del Santo titular de las Congregaciones o Parroquias.

Es muy poco lo que conocemos sobre esta nueva “piedad popular” por tal motivo, deseo adentrarme en los misterios de la danza, en especial, la danza como un posible camino de inculturación en la liturgia, respetando la cultura de cada comunidad, pueblo o nación, para así facilitar a las (os) interesadas (os) un punto de referencia al momento de introducir la danza en una acción litúrgica, considerando las normas que rigen a la misma, ya que mi intención es armonizarlas con el verdadero y auténtico espíritu litúrgico. No pretendo que la danza sea considerada como un rito dentro de la liturgia, sino que ésta pueda incluirse como un elemento en algunas solemnidades y fiestas dándole ese sentido de alegría y gozo.

En América Latina no está aprobada la danza dentro de una Acción litúrgica, pero ha estado presente a lo largo de la Historia de la Salvación, en especial cuando al pueblo que era oprimido por sus enemigos y la justicia de Dios llegaba a los justos, la danza era reflejo de alegría, agradecimiento y adoración.

En algunos países tales como México, Venezuela, la danza fue expresión de súplica, agradecimiento y ofrenda para con el Creador.

El trabajo que presentaré estará dividido en tres capítulos, en el primero hablaremos un poco sobre la liturgia, su estructura, nacimiento e importancia y sobre todo la evolución tomando como base la constitución “Sacrosanctum Concilium” y algunos otros textos, que nos hablarán sobre la inculturación, piedad popular y la danza.

En un segundo capítulo desarrollaremos el tema: gestos, signos y símbolos en la vida cotidiana y en la liturgia, por último la importancia de la corporeidad en la liturgia.

En el tercer capítulo estudiaremos la danza en algunos textos bíblicos, algunas propuestas que se pueden considerar al momento de realizar una danza.

Palabras Clave: Liturgia, Inculturación, Piedad Popular, Danza, Gestos, Signos y Símbolos en la Liturgia. Corporeidad en la Liturgia. Danzas en una Celebración Litúrgica. La danza en la Biblia.

 

Índice General

Agradecimientos

Introducción

Capítulo I.-Liturgia, Inculturación, Piedad Popular y Danza

1.1 Liturgia

1.2 Inculturación

1.3 Piedad Popular

1.4 Danza

Capítulo II.-Gestos, Signos y Símbolos

2.1.-Gestos, Signos y Símbolos

2.2.-Gestos, Signos y Símbolos en la Liturgia

2.3.-Corporeidad en la liturgia

Capítulo III.-Danzas en una Celebración Litúrgica

3.1.-La danza en la Biblia

3.2.-La danza como una expresión de la celebración litúrgica

3.3.-Propuestas para realizar una danza dentro de una celebración litúrgica

Conclusión

Bibliografía

 

Agradecimientos

A mi mamá y a mi papá por darme la vida y enseñarme a caminar en ella, pero sobre todo gracias por la confianza y apoyo que me han brindado.

A mi comunidad, Pías Discípulas de Divino Maestro, por la oportunidad que me dan al formarme, por la sororidad que me brindan y por sus oraciones para mi crecimiento.

Al Centro de Catequesis Litúrgica Jesús Maestro, por la motivación que a diario he recibido durante este tiempo de formación, gracias por las enseñanzas de grandes verdades que me fortalecen en la fe y en la vocación.

Muy especialmente doy gracias a Dios Padre principio y Creador de todo, quien me ha llamado a la vida y a una vocación específica y ha permitido que todo esto sea posible para una mejor Santificación y Glorificación de ÉL.

Gracias al Hijo nuestro Señor Jesucristo, mi hermano y compañero de camino que día a día me lleva de la mano y como a los discípulos de Emaús me iba explicando los misterios de la fe

Gracias al Espíritu Santo quien es el principal autor de esta obra ya que él, ha actuado en mí para iluminarme y realizar un verdadero discernimiento antes la diversidad de pensamientos.

Finalmente gracias a María Reina de los Apóstoles, San Pablo Apóstol, Santiago Alberione y Madre Escolástica, fieles seguidores del Divino Maestro.

A todas (os) las (os) que hicieron realidad este nuevo proyecto en mi vida, MIL GRACIAS.

Que Jesús Maestro y María Reina de los Apóstoles los bendiga y acompañen siempre.

 

Introducción

La danza ha sido uno de los engranes de mi vocación, la considero como un medio de expresión de fe, adoración, alabanza, junto con el cuerpo que es expresión del alma. En estos 6 años de vida religiosa he percibido la inquietud de algunos religiosos, religiosas, laicos y sacerdotes por introducir la danza en las acciones litúrgicas, principalmente en los momentos de mayor festividad tales como; la fiesta del Santo titular de las Congregaciones o Parroquias.

Es muy poco lo que conocemos sobre esta nueva “piedad popular” por tal motivo, deseo adentrarme en los misterios de la danza, en especial, la danza como un posible camino de inculturación en la liturgia, respetando la cultura de cada comunidad, pueblo o nación, para así facilitar a las (os) interesadas (os) un punto de referencia al momento de introducir la danza en una acción litúrgica, considerando las normas que rigen a la misma, ya que mi intención es armonizarlas con el verdadero y auténtico espíritu litúrgico. No pretendo que la danza sea considerada como un rito dentro de la liturgia, sino que ésta pueda incluirse como un elemento en algunas solemnidades y fiestas dándole ese sentido de alegría y gozo.

En América Latina no está aprobada la danza dentro de una Acción litúrgica, pero ha estado presente a lo largo de la Historia de la Salvación, en especial cuando al pueblo que era oprimido por sus enemigos y la justicia de Dios llegaba a los justos, la danza era reflejo de alegría, agradecimiento y adoración.

En algunos países tales como México, Venezuela, la danza fue expresión de súplica, agradecimiento y ofrenda para con el Creador.

El trabajo que presentaré estará dividido en tres capítulos, en el primero hablaremos un poco sobre la liturgia, su estructura, nacimiento e importancia y sobre todo la evolución tomando como base la constitución “Sacrosanctum Concilium” y algunos otros textos, que nos hablarán sobre la inculturación, piedad popular y la danza.

En un segundo capítulo desarrollaremos el tema: gestos, signos y símbolos en la vida cotidiana y en la liturgia, por último la importancia de la corporeidad en la liturgia.

En el tercer capítulo estudiaremos la danza en algunos textos bíblicos, algunas propuestas que se pueden considerar al momento de realizar una danza.

 

Capítulo I.-Liturgia, Inculturación, Piedad Popular y Danza

1.1.-Liturgia

Etimológicamente proviene de dos palabras griegas leitourgia, palabra compuesta de ergon-obra, leitos derivado de laos-pueblo esta puede significar popularmente: una obra, un servicio prestado al pueblo, a la comunidad.

 

La tradición griega del Antiguo Testamento emplea la palabra liturgia para designar el servicio del templo, por parte de los sacerdotes.1 Así se considera que la liturgia no se realiza en beneficio personal sino comunitario.

 

La liturgia es una celebración alegre es una fiesta donde se celebra el sentido positivo de la vida recibida como don.

                                                 Fiesta de la vida Fiesta Litúrgica

La liturgia está cargada de símbolos ya que en nuestros antepasados era muy escasa la comunicación y más aún cuando se trataba de cultos o ritos Divinos por tal motivo la mayor parte de las actividades culturales eran “explicadas y comprendidas” solo a través de signos que siendo soporte de tal celebración se convertía en símbolo he allí la importancia del símbolo en la liturgia y sobre todo que este hable por sí mismo.

 

Comprendida la liturgia como una acción simbólica, el rito está muy unido a ella, se repite regularmente pero con una diferencia no es exclusivo de la liturgia ya que también es parte del hombre y de la mujer y que estamos programados para vivir con ritos, el hombre y la mujer es un animal ritual.

 

El ritual nos permite movernos con libertad además de eso es una salvaguardia entre la subjetividad, desorden, y la anarquía. El ritual impide el sentido y la afectividad, pero los canaliza impidiendo que la celebración hunda en el sentimentalismo, por tal motivo la liturgia tiene un ritual para las celebraciones, y el rito proviene de la tradición es decir de aquello que se nos ha transmitido de generación por generación.

 

La liturgia poco a poco ha ido evolucionando, antes del concilio no existía, la importancia del símbolo del rito si pero allí se quedaba todo en el solo rito mientras el sacerdote rezaba los pre-curios en la misa, los fieles rezaban sus oraciones populares ya que no comprendían nada ya que no todos habían estudiado o casi nadie comprendía el latín. Luego pasó la posibilidad de celebrar en la lengua del País y allí se fueron acercando más del rito al símbolo y su función, aun así se seguía pensando en modelos antiguos y aún existe la lejanía entre sacerdotes y fieles.

 

Después del Vaticano II se empieza a tener más contacto entre el celebrante y los fieles y se comienza adaptar las celebraciones según destinatarios, es un gran avance que la Iglesia ha hecho para una mayor participación de todos.

 

La liturgia se debe vivir desde el corazón, involucrar toda nuestra persona en ella, celebrando con sinceridad y con afecto, sintonizando con el Dios que se revela en la Palabra, en las especies del Pan y del Vino, en el sacerdote, en la comunidad que canta, y en el altar.2

Esa liturgia celebrada y no cerebrada aunque esta última palabra no existe sin embargo lo que quiero decir con esto es que es una liturgia desde la propia vida y no desde la razón.3 Resalto que no todo es liturgia, para conocer cuando una celebración es litúrgica debemos tomar algunos aspectos tales como:

-La liturgia es considerada una acción como tal cuando procede de la Iglesia, no solo en la ámbito jurídico, normativo o tradicional, sino en el sentido de acción litúrgica, es decir cuando está la comunidad reunida donde se muestra concretamente el Cuerpo de Cristo que continua el sacerdocio, cuando está la presencia del sacerdocio con los fieles.

-Otro de los puntos fundamentales para que una acción sea litúrgica, es cuando está presente algunos de los Sacramentos y la Oración de la Iglesia está siendo realizada como asamblea orante, es decir oración laudes y vísperas no está presente el sacerdote pero si una asamblea que ora.

 

-Y por último es litúrgica una acción, cuando es declarada como tal por la Iglesia, en este sentido la reglamentación de la sagrada liturgia es de competencia exclusiva de la autoridad de la Iglesia[ii].

 

La Liturgia según constituciones del Vaticano II, anunciado por el Papa Juan XXIII consta de:

-Constituciones.

-7 Decretos.

-Declaraciones.

 

La Sacrosanctum Concilium se encuentra como Constitución y tiene la ubicación primera, ella nos habla de liturgia, este documento posee:

-1 Proemio.

-130 Artículos.

-1 Apéndice.

 

Para el Concilio Vaticano II en este apartado nos indica que la liturgia es un medio, donde ejercemos la obra de nuestra redención sobre todo en el Divino Sacrificio de la Eucaristía, constituye a sumo grado a que los files expresen en su vida y manifiesten a los demás el misterio de Cristo y la naturaleza autentica de la verdadera Iglesia[iii].

 

Es decir la liturgia posee un gran tesoro y ésta nos lleva a la verdadera adoración en espíritu y en verdad (Jn 4,23), al Dios Creador, depende de la misma liturgia nuestro crecimiento y acercamiento a las verdades y riquezas eternas y debería ser un instrumento para dar testimonio de verdaderos cristianos es allí donde proyectamos el amor y la misericordia que hemos recibido pero sobre todo la fe y la confianza que tenemos hacia nuestro Creador.

 

La liturgia nos da fuerzas para animarnos a predicar y acoger al prójimo uniéndonos como hijos de Dios hasta que haya un solo rebaño bajo un solo Pastor Cristo, siendo consciente de la gran importancia de la liturgia de unir congregar, motivar, impulsar, santificar… es necesario que para que ésta sea fomentada y reformada, conozcamos algunas de las normas o rúbricas que nos presenta el SC así contribuimos a su objetivo principal y único.

 

La misión práctica de la liturgia es anunciar el kerigma es decir, la Pasión Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, realizar la obra de salvación que proclamaban los primeros discípulos, hoy para nosotros anunciamos este sacramento de redención a través del Sacrificio y de los Sacramentos de donde gira toda la liturgia[iv]. En la liturgia Cristo se hace presente en cinco (5) momentos muy importantes, está presente en su Iglesia reunida en una acción litúrgica, anunciada, celebrada, vivida y orada[v], celebrada en el lugar, en el aquí y en el ahora con la participación total de la persona en mente voluntad y corazón.

 

Cristo se hace presente en el Sacrificio de la misa donde nosotros intentamos inmolarnos con Él en ese sacrificio para ser pan partido y compartido para la humanidad en el amor, en el servicio, es allí donde inmolamos nuestra propia voluntad, pasiones y deseos, es allí donde nuestro ego desaparece para acercarnos a la alteridad, se hace presente en la persona del ministro que es un vivo representante de Cristo entre nosotros.

 

En la liturgia Cristo está vivo en las especies Eucarísticas y en los Sacramentos, de modo que es el mismo Cristo quien consagra, bendice. Está presente en su Palabra, aquella que existió desde el principio de la creación, esa palabra que quema, trasforma, renueva, fortalece y crea nueva vida.

 

Y por último Cristo está presenta la liturgia a través de la Iglesia (fieles) que suplican y cantas los salmos, como dice el Evangelio según San Mateo “Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos».

“Por tal motivo la liturgia es considerada como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo, en consecuencia, toda celebración litúrgica, por ser obra de Cristo sacerdote y de su cuerpo que es la Iglesia, es acción sagrada por excelencia ninguna otra acción de la Iglesia la iguala.[vi]»

 

Hemos dicho que ninguna otra acción de la Iglesia iguala a la liturgia, pero es importante resaltar que la sagrada liturgia no agota la actividad eclesial, para que el hombre y la mujer puedan llegar a la liturgia, es necesario que antes sean llamados a la fe y a la conversión, esto se puede lograr a través de las diferentes manifestaciones de piedad popular, apostolado, caridad, oración que existen dentro de la misma Iglesia y sobre todo del testimonio vivo de aquellos que han llegado o que caminamos en búsqueda de la Cristificación.

 

La liturgia es como el agua viva el manantial, la fuerza para el apostolado, misión de todo cristiano, la liturgia es la cumbre de toda actividad de la Iglesia, ésta impulsa, ruega a Dios, enciende, arrastra al creyente hacia la verdadera vida Jesucristo, el Creador de todo, donde se obtiene la máxima eficacia de la santificación humana en Cristo y glorificación de Dios en nosotros[vii].

Por tanto, ante la gran importancia que tiene la liturgia en nuestra vida, el SC motiva a la formación de profesores sobre la liturgia para formar al pueblo de Dios, sobre esta riqueza, así con más sabor, entrega, conciencia disfrutaremos de los gozos eternos que vivimos cada vez que participamos de las actividades litúrgicas.

 

Estos y otros aspectos toman en cuenta la grandeza que tiene la liturgia, pero te sugiero que leas, medites, contemples, sabores y vivas lo que dice el Concilio Vaticano II en el apartado dedicado a la liturgia.

 

1.2.-Inculturación

Deseo iniciar con una frase del Papa Juan Pablo II,

“La síntesis entre la cultura y la fe no es sólo una exigencia de la cultura, sino también de la fe… Si, en efecto, es cierto que la fe no se identifica con ninguna cultura y es independiente con respecto a todas las culturas, no es menos cierto que, precisamente por esto, la fe está llamada a inspirar, a impregnar toda cultura…Una fe que no se haga cultura es una fe no acogida plenamente, no vivida fielmente.[viii]

 

El Concilio Vaticano II, al abordar el tema de las relaciones entre la Iglesia y el mundo, reflexiona también sobre el problema del encuentro entre la fe y las culturas, por tanto es importante conocer las culturas de cada pueblo para que se pueda llevar a cabo una excelente evangelización.

 

En la literatura teológica se encuentran otros términos para referirse a la inculturación tales como: readaptación, diálogo integral, reencuentro, iniciación, interiorización, integración, reconversión, renovamiento, transformación, desalienación…

 

En el año 1953, Pierre Charles afirma que el término inculturación se viene utilizando desde hace una veintena de años, de igual forma la Comisión Teológica Internacional, habla de una Iglesia indígena e Inculturada.

“La inculturación incide en varios aspectos de la Iglesia, ésta consiste en que las formas y figuras concretas de expresión y de organización de la Iglesia correspondan, del modo mejor, a los valores positivos que pertenecen a una cultura”[ix].

 

Inculturación tiene varios significados tomaremos el siguiente,

“es la encarnación de la vida y del mensaje cristiano en una concreta área cultural, de modo que esta experiencia no solamente llegue a expresarse con los elementos propios de la cultura en cuestión, sino que llegue a ser el principio inspirador, normativo y unificante, que transforma y re-crea esa cultura dando origen a una “nueva creación”[x].

 

Es importante conocer las culturas para inculturar el Evangelio, según el lugar valorando los ritos que nuestros ancestros tenían para comunicarse con Dios, si vamos al pasado podemos iluminar el presente y crear nuevas formas de evangelización recuperando nuestra propia nacionalidad.

 

Al profundizar en las diferentes historias de las advocaciones Marianas, la Virgen María la madre de Jesús también se inculturó para poder llevar el mensaje de Dios a todos sus hijos por ejemplo:

La Virgen María habló en Náhuatl, el idioma del indio Juan Diego, sus rasgos son mestizos, como el pueblo mexicano, ella anunció la unión de los pueblos, donde el Dios verdadero iba a estar presente.

 

Lo mismo podemos decir de la Virgen de Coromoto, aunque con menos detalles precisos, sin embargo la Virgen se aparece y motiva a los indígenas, hablándoles seguramente en su propio lenguaje, para que vayan donde los blancos, el otro pueblo, a recibir algo que los iba a salvar, agua en la cabeza (el bautismo) para ir al cielo.

 

Al insertarse providencialmente dentro de cada cultura el elemento de la fe en Cristo, que como Hijo de Dios entrega a su madre para que todos puedan ser hijos y hermanos igual que Él, se adquiere la conciencia histórica de que hay Alguien, fuera del yo, que ama y que da su vida por todos, por el que llegará la verdadera salvación.

 

Destaco que el motivo por el cual he querido tocar un poco sobre el significado de este término, es por su gran importancia para el desarrollo de la danza dentro de la liturgia como un proceso de inculturación.

 

La S. Congregación para el Culto Divino, aprobó el Rito Zaireño de la Misa, que anuncia explícitamente la danza en diversos momentos de la celebración: en las procesiones (entrada, aclamación, ofrendas y salida), en el Gloria y el Santo[xi].

 

Es así como la liturgia tiene un valioso papel dentro de las celebraciones pero este valor ¿Quién se lo da? Únicamente la participación viva y consciente de los fieles en este Misterio Pascual. La liturgia sin la comprensión de los bautizados no es liturgia, por tal motivo es necesario acercarnos un poco más a las culturas e invitar a la participación de las celebraciones según sus costumbres.

 

1.3.-Piedad Popular

Hablar de Piedad Popular decimos que son las diversas maneras con la que el pueblo puede expresar con sencillez o simplicidad su fe.

 

El término de piedad pueden variar, algunos le llaman: religiosidad popular, ejercicios de piedad, devociones populares o piedad popular. Pero finalmente hay que tomar en cuenta que ésta no forma parte de la liturgia pero si está en sintonía con ella, respeta su espíritu, normas y ritmos, ésta es la manera más clara de expresar una piedad cristiana ya sea pública o privada.

 

El término piedad popular ha ido evolucionando, éste el término más joven que tenemos, antes se le llamaba religiosidad popular pero no era fácil de precisar, y paradójicamente se habla mucho de ella para meter allí, muchas actitudes, costumbres, comportamientos individuales y sociales. Religiosidad popular esconde un tejido de raíces enmarañadas que se extienden hacia el ámbito de la antropología, de la historia de las religiones, de la mitología, de la historia de la cultura, etc.

 

A veces presentamos la religiosidad popular como una forma de la cultura popular pero esta no es su definición y poco nos ayuda. La religiosidad popular tiene su propio lenguaje y maneras de expresión mucho más en línea de lo simbólico e intuitivo que de lo fríamente racional.

 

La religiosidad popular es un concepto abstracto extraído de las experiencias históricas concretas religiosas, abarca todas las religiones y épocas. Así que este es el modo como cada pueblo se expresa religiosamente, según su idiosincrasia cultural, esta influye la geografía, el clima, la historia, la economía, la política, en fin, todo lo que constituye a un pueblo como tal.

 

Puebla viene dándonos el término religión del pueblo y catolicismo popular para designar una misma realidad, en América Latina se utiliza el término catolicismo popular para referirse a la experiencia católica vivida por toda la comunidad o pueblo tomando en cuenta la inculturación.

 

La piedad popular siempre va a estar en constante evolución ya que la época no es la misma es así como la piedad popular hoy en día podemos dividirla en las diferentes partes: Piedad popular clásica. Popular nueva. Piedad popular litúrgica. Piedad popular extra litúrgica.

 

La piedad popular nace de la teología natural y de la creación del ser humano, ésta necesita mediaciones externas tales como, cultura, lenguaje, símbolos para relacionarse con su creador y con los demás.

 

Es bueno resaltar que la piedad popular también tiene su pro y su contra, manifiesta un gran deseo de agradar a Dios, sentimientos de caridad y de unión familiar, es una iniciativa para que la fe madure, puede ser garantía de fidelidad al mensaje.

 

Me atrevo a nombrar algunas de los riesgos que puede tener esta piedad popular: Escaso contacto directo con las Sagradas Escrituras, Separarse o distanciarse de la vida Sacramental. Concepción utilitaria de algunas formas de piedad[xii].

 

Según el documento de Aparecida, la piedad popular es una gran oportunidad para el encuentro con Jesucristo vivo y presente, como primordial centro de la liturgia específicamente en la celebración Eucarística.

 

El Papa Benedicto XVI afirmo que “la Piedad Popular es el tesoro de la Iglesia Católica en América Latina[xiii]. Por tal motivo nosotros como discípulos y misioneros debemos promoverla y cuidarla

 

La piedad popular se va expresando de diferentes maneras tales como, fiestas del titular (patrón) de la comunidad o pueblo, oración del rosario, vía crucis, procesiones, danzas, cantos populares religiosos, por medio de estas expresiones el creyente siente una mayor cercanía y entrega toda su persona al creador acreciéndole aquello que el mismo Dios le ha dado como don o talento. Estas manifestaciones de fe penetran profundamente la existencia personal de cada cristiano[xiv].

 

La piedad popular contiene y expresa un intenso sentido de trascendencia[xv]. Es por tal motivo que ésta sea cada día valorada y fomentada con mayor intensidad. Por medio de la piedad popular se vive y se interioriza más la fe y nos ayuda a sentirnos miembros de una Iglesia, es una manera muy sensible de integración pero de mucho valor, ya que las manifestaciones de fe que se dan dentro de la piedad popular es también una manifestación de comunidad y de unidad, ésta nos ayuda a evangelizar y así ser discípulos y misioneros.

 

En el documento de Puebla nos habla de que la cultura se va transformando en base a la continua experiencia histórica y vital de los pueblos[xvi]. Esto nos puede favorecer ya que la cultura va cambiando por tal motivo, debemos estar en sintonía con ella y con los modos de manifestación para poder llegar a todo tipo de personas respetando la cultura algo fundamental para nuestros pueblos.

 

La danza dentro de la liturgia como una manifestación de fe ubicada dentro de la piedad popular para aquellos pueblos países o comunidades donde se le da mucha importancia, puede ser utilizada en las ofrendas y diversos ritos de purificación, debido a la misma cultura indígena, desde allí podemos evangelizar a estas comunidades con sus misma creencia, purificando el fondo ya no es dirigido a un dios desconocido sino a un Dios que se he hecho hombre Jesucristo.

 

El Papa Juan Pablo II, dice: “cuando la religiosidad popular es genuina, tiene como fuente la fe y, por lo tanto, tiene que ser apreciada y favorecida”. El pontífice nos hace alerta a este tipo de manifestaciones, y nos invita a abrirnos dentro de la misma liturgia ya que ésta no es contraria a lo central, sino que, al contrario, ayuda a la fe y prepara al pueblo a la celebración de los santos misterios.

 

1.4.-Historia de la Danza

La danza ha surgido para expresar las necesidades vitales del hombre y la mujer, para tener comunicación con un poder superior, con otras personas y con el mismo, es así como la danza surge por:

-Necesidad de alimento, (caza, recolección)

-Para dar un sentido al culto, (ritos fúnebres, lluvia, truenos, rayos, salida y ocaso del sol y la luna).

-En lo social eventos como: matrimonios, guerras. Y ante diversas necesidades.

 

A lo largo del tiempo han surgido diferentes tipos de danza, pero nunca ha perdido su carácter colectivo.

Las danzas de los indígenas, al momento de celebrar algún culto, al danzar siempre hay una intención, tomemos en cuenta las necesidades ya expuestas. Por ejemplo “la danza del Tamal” un plato (alimento) típico de México.

 

Esta es una festividad única que se realiza en la población de Coatepec, en el Estado de México, se realizaba antes del miércoles de ceniza, originalmente, la danza se hacía con motivos religiosos prehispánicos, ya que se agradecía al Dios del maíz por las cosechas obtenidas.

 

Actualmente sólo quedan restos de esa danza que consiste en:

Preparar un grupo de jóvenes para que baile por todo el pueblo el día jueves, acompañado de guitarras o violines, estas personas, bailan en las casas a cambio de maíz o dinero para hacer “el baile del tamal”. Todo esto es organizado por los encargados de la Iglesia, que son señores del pueblo que prestan un servicio de administrar los bienes del templo por un año.

 

Una vez que se ha reunido suficiente maíz, fríjol o lo que la gente coopere, incluyendo dinero, El sábado antes del miércoles de ceniza se hace la fiesta.

 

El viernes se mata un toro y se hace en caldo, y con el maíz se preparan muchos tamales, y se hacen también unos 5 tamales inmensamente grandes de aproximadamente 5 kilos, todos envueltos en hojas de maíz, son tamales que no llevan relleno. Eran tamales hechos de maíz, como anteriormente he expuesto, su finalidad era dar gracias a Dios por la cosecha.

 

Para la noche del sábado, aproximadamente a las siete (7) de la noche se inicia con un rosario en el interior del templo, Terminado el rosario todos los asistentes se trasladan al atrio de la Iglesia (afuera) se colocan sillas alrededor, de manera que haya un espacio de unos 15 metros de largo por unos 5 de ancho, una especie de calle.

 

En un extremo se colocan enormes cazos para cocinar los tamales, (el caldo ya está listo a un lado).

 

En el otro extremo se coloca una mesa especial donde se sientan las autoridades de la Iglesia y del pueblo. El baile inicia con un son espacial llamado el “baile del tamal” originario de esta población, es solo música de guitarra, violín y tololoche. El baile lo ejecuta la esposa del mayordomo o una señora que conozca los pasos, que son característicos de este baile, cuando empieza el baile la danzante lleva en las manos un canasto de flores y en su danza va recorriendo todo el espacio que está destinado para ello, siempre en línea recta, partiendo del extremo norte al sur, y hace cuatro inclinaciones o reverencias a los cuatro puntos cardinales, estos se hacía con un gran sentido; hacia los cuatros puntos cardinales simbolizando al Dios creador de todo el universo, posteriormente se le dio una explicación cristiana, haciendo alusión a la cruz de Cristo.

 

A continuación dejan las flores en la mesa donde se encuentran las autoridades y toma otro recipiente pero este lleva uno o dos tamales gigantes, y baila con ellos de la misma manera que con las flores. Cuando termina de bailar con los tamales, los va colocando en el recipiente que está en el fuego, listo para cocinarlos.

 

La parte del baile, es un son que también es originario de esta población y se llama “el palomo”, para este baile, el mayordomo debe pasar a bailar con la danzante y así cada autoridad debe acompañar a la misma.

Una vez que se terminó el baile, los tamales se reparten entre los asistentes, acompañando el caldo, el café y el tequila que se ofrece.

 

En Coatepec a lo largo del año se realizan unas 30 celebraciones, aunque solamente tienen veneración en el interior del pueblo participan también otras comunidad. Esto es un testimonio de un pueblano.

 

La mayoría de las celebraciones religiosas son acompañadas de algunas danzas. En el traslado de la imagen del domicilio de un mayordomo a otro o en su paso por la Iglesia, los danzantes van de frente, sin dejar de mirar a la imagen en cuestión y salen de espaldas con la mirada fija en el santo igual forma de comportamiento que recuerda a los mexicas y a los pueblos mesoamericanos.

 

La procesión en torno a un objeto sagrado hasta un árbol es las coreografías más antiguas, las formas son las que han ido evolucionando pero el sentido casi se mantiene intacto, y hoy a nosotros nos ha llegado las diversas formas, pero el sentido va variando según la cultura y según el acontecimiento a realizarse.

 

La danza indígena era también como un medio de expresión emocional hacia los dioses ya que para todo tenía un dios la manera de hacer llegar sus suplicas era a través de los ritos y en ellos estaban los sacrificios, holocaustos, usan sonajeras en los pies y en las manos, tambores y flautas, dentro de la danza pelean con esto representan la lucha.

 

Hoy en día el mundo ofrece también diversas formas de danzar todo para un fin, reflexionar y favorecer la formación integral de los que están presentes en dicha celebración o acción.

 

La danza también es una manera de comunicarnos con otras personas de manera no verbal, esta también ha ido adaptándose es por eso los diferentes tipos de danza que hoy existen. Existen bailes muy formales ya que poseen normas, técnicas, exigencias propias, y otras que han surgido de la misma cultura es decir expresiones culturales nacidas y trasmitidas desde el corazón para un pueblo.

 

El ballet (danza clásica), la danza moderna, danza postmoderna (contemporánea) y jazz son parte de las danzas formales. También los bailes de salón (Tango, Chachachá, Charlestón, etc.) se encuentran regados en la actualidad y se practican en forma profesional.

 

Además de estos tipos de danza, encontramos las danzas propias de cada región que pueden o no ser formales y son parte importante de la tradición del lugar.

 

Danzas orientales danzas chinas, teatro japonés, danzas étnicas como las africanas y brasileñas, danzas campesinas y religiosas, danzas española[xvii].

 

Existen varios coreógrafos y bailarines profesionales que se expresan de la danza de la siguiente forma: “la danza recoge los elementos plásticos de los movimientos utilitarios de los seres humanos y los combinan en una composición coherente y dinámica animada por el espíritu. Esto la convierte en una obra artística”.

 

Es por eso de gran importancia no solo conocer las técnicas para el arte de la danza sino, que hay que conocer nuestro cuerpo y todas sus capacidades, la expresión con el cuerpo era utilizado no solo expresando nuestras emociones sino también como manifestación de motivos religiosos, se menciona la danza en la Biblia sin embargo la Iglesia cristiana la denunció como inmoral, hasta la edad media era parte usual de los homenajes y de las celebraciones religiosas.

 

A hablar de danza tenemos que tocar el punto de expresión ya que estas van unidas casi sin poder diferenciarse, es así como la expresión va en búsqueda improvisación, creatividad, sentirse bien consigo mismo, el cuerpo realiza un número ilimitado de movimientos corporales tomando en cuenta el ejercicio, por ejemplo un bailarín de Ballet debe ejercitarse en las vueltas y girar hacia fuera las piernas al nivel de la cintura ésta sin unos cuantos ensayos no se podría lograr.

 

Para conocer un concepto de danza debemos partir que ella va unida al hombre, y recordemos que existe desde sus primeros orígenes, la danza primitiva era de origen religioso, como gran parte de las actividades que el hombre realizaba y que aún hoy lo sigue realizando, en la danza no existía espectadores todos participaban en ella de diferentes maneras, ya sea con los ojos, con los brazos, con los pies y quienes tenían mayor posibilidad lo hacían con todo el cuerpo.

 

Dentro de la tribu hablando de los indígenas, cada miembro tenían un papel fundamental dentro del ritual coreográfico (los músicos, los danzantes, los testigos, todos eran importante y primordial en la celebración a realizarse).

 

La danza es muy armoniosa y mezcla una serie de movimientos sin perder el sentido de la celebración, nuestro cuerpo puede doblarse, brincar, moverse, estirarse, girar, al ritmo de la música, muchos nacen con esta capacidad otros poco a poco la van adquiriendo, ciertamente que no lo hacen más fácil que otros pero no hay nadie en el mundo que no pueda seguir el rito de la música con alguna parte de su cuerpo y sino la realiza por el oído, por los ojos, otros hasta con la imaginación van danzando pero nadie se queda sin esa maravillosa experiencia de danzar con su cuerpo o con parte de él, ya que está hecho para moverse.

 

La danza o el baile es la realización de movimientos acompañados con el cuerpo, los brazos y las piernas… es un baile muy antiguo, que conservan asturianos y gallegos, y se hace formando una rueda con las manos enlazadas, mientras alguien entona una canción y los demás le corresponden.

 

La danza forma parte del teatro no hablado, en ella existen varios movimientos y cada uno con un sentido de ser, van en sintonía con el fondo musical, aquellas personas que estudian la danza, deben aprender el lenguaje no verbal ya que en ella no existen palabras.

 

En la danza nosotros somos la materia, allí estamos involucrados todos con sentimientos y afectividad y con toda nuestra conciencia, ésta nos ayuda a expresarlo de una manera muy fina coordinada y armoniosa.

 

¿Para qué se danza? El hombre la mujer que fomenta y realiza la danza, y más uno que la contempla, lo realiza sumergido en el estado anímico que se entiende como sensación estética o sensación de belleza, quien se entrega a este arte lo hace con el propósito de exaltar el trance del espíritu sumergido por la emoción religiosa y por la exaltación de energías vitales como el amor, la alegría, el entusiasmo o la tristeza.

 

La danza sirve para desarrollar los sentidos, la percepción, la motricidad y la integración de lo físico y psíquico de la persona, se canta, se danza en el júbilo amoroso y en la desolación de la muerte.

 

Capítulo II.-Gestos, Signos y Símbolos dentro de la Liturgia

2.1.-Gestos, Signos y Símbolos

Los gestos signos y símbolos son muy importantes para la buena comunicación entre seres humanos, necesitamos conocer sus funciones para poder realizarlos sin causar confusión en el receptor.

 

Gesto: es el movimiento del rostro o de las manos que expresan estados de ánimo.

El gesto puede cambiar de acuerdo al momento que la persona está viviendo o que desea expresar, nuestra persona utiliza los gestos para expresar agrado o desagrado y así se llega a una comunicación no verbal.

El gesto se puede expresar con:

-Un movimiento con las manos.

-Cambio de semblante, cara o rostro.

-Un hecho impulsado por algún ánimo.

 

Signo: objeto fenómeno o forma que representa otra cosa ya sea por la experiencia de una persona, por tradición o por convención social.

El signo está presente en distintos momentos del ser humano para significar algo, existen diferentes tipos de signos.

-Signo lingüístico.

-Signo de interrogación.

-Signo diacrítico.

 

El signo nos ayuda a conocer otras realidades, no evoca a algo, nos trasciende, y en ocasiones nos identifica. Éste nos permite identificar algo o alguien, sin necesidad de averiguar o de preguntar. Para que un signo sea signo, tiene que haber existido antes con su significado una vez que el cerebro ha registrado tal información, éste cada vez que vea el signo le evocará a su significado original, los signos tiene que tener significados único y en ocasiones universales para poder ser comprendidos.

 

En conclusión el signo es una realidad que te permite acercarte a otra realidad o comprenderla, es una representación.

 

Símbolo: es un objeto, animal, imagen o cualquier cosa que está en lugar de otro al cuál evoca para tener con él alguna relación, por convención, asociación. Es una representación perceptible de una idea.

 

Para que un signo llegue a ser un símbolo es necesario que éste posea un valor, una duración, una posición.

Con el símbolo podemos exteriorizar un pensamiento o una idea, de una forma más dinámica y funcional para cualquier destinatario. El símbolo es universal y su significado puede variar de acuerdo a la experiencia de cada persona, el símbolo no se puede explicar ya que su significado surge desde la experiencia personal de cada ser humano.

 

El mismo símbolo puede tener varios significados, ya que depende del lugar del momento de la persona, y de la idea que cada persona tiene de él mismo.

 

Por ejemplo si observamos la siguiente imagen ¿qué puede significar para ti?

 

Para mí, puede significar; que alguien ha fallecido en ese lugar, o me evoca al cementerio (panteón), quizás a la cruz de Cristo o al cristianismo. También puede significar dos maderas cruzadas… depende de la experiencia y al contexto el símbolo tendrá su significado personal partiendo desde la experiencia y el valor que tiene para la persona.

 

2.2.-Gestos, Signos, y Símbolos dentro de la Liturgia

Los símbolos no son cosas y dependen de un proceso de comunicación, es difícil hablar de símbolos, ya que estos, expresan sentimientos y sólo se comprende a través de las experiencias de vida que han sido descubiertas.

 

Los símbolos tienen un valor fundamental en toda comunicación ya sea verbal, no verbal y corporal, dentro de la liturgia los símbolos juegan un papel de suma importancia, Ione Buyst una gran liturgista brasileira comparte que: “Los símbolos están en el corazón de la liturgia sin ellos es imposible celebrar.[xviii]

 

Los símbolos nos llevan a trascender, a experimentar momentos buenos, agradables que da vida, éste es inexplicable. El símbolo junto con las acciones simbólicas son un realidad universal, estos en todos los pueblos, ciudades o campos los vamos a encontrar, como ejemplo tenemos: la cruz, el agua y el fuego, estos son signos universales que nos expresan un realidad común.

 

La palabra símbolo viene del griego symbolon, del verbo symballo que significa juntar, confrontar, pero si no existe ninguna motivación, el símbolo pasa a ser un objeto.

 

La palabra símbolo ha variado, no deja de ser un símbolo, no deja de representar una realidad, dentro de la liturgia el símbolo es un signo visible que evoca y hace presente una realidad invisible.

 

Los signos sensibles nos permiten entrar en contacto con una realidad sensible para manifestarse al ser humano en busca de sentido a la vida.

 

Los símbolos pueden ser signos pero los signos nunca llegarán a ser símbolos, los signos pueden sustituirse por otros y pueden variar su significado depende del lugar o acción a realizar, en cambio, el símbolo siempre mantendrá su esencia que es universal, ya que esta tiene un raíz, que expresa una experiencia una realidad que tiene una relación interna que se encuentra en el inconsciente y revela una realidad, entre signo sensible y realidad significada.

 

Dentro de la liturgia los signos con más frecuencia utilizados son: el agua, la Cruz, las flores, el fuego, el incienso, el pan, el vino, la tierra, la Palabra de Dios, y así infinidades que más adelante tendremos las oportunidad de conocerlos, cada uno según su significados dentro de la liturgia, cada uno de estos signos tiene su momento de participación en la liturgia y su sentido de ser.

 

La liturgia se realiza con signos sensibles[xix] estos penetran nuestra afectividad, conciencia y hasta el inconsciente, son capaces de unir, cuerpo alma mente espíritu de cada uno de nosotros, une a las distintas personas que participan en la celebración y con esta participación podemos acercarnos a la realidad que hay más allá de lo sensible.

 

Es necesario vivir a plenitud toda celebración litúrgica, estar atentos y comprender los espacios y todo lo que existe dentro, la decoración, ornamentos, la misma asamblea y sus acciones tiene una gran importancia dentro de la celebración litúrgica, cada uno de los ministerios que allí se realizan tiene su razón de ser, y así es un infinidad de símbolos que la liturgia nos presenta para enriquecer y saborear, vivenciar nuestra fe.

 

El símbolo no se puede explicar ya que este va a superar siempre nuestras razón, dentro de la celebración litúrgica no se intenta entender racionalmente, sino de captar el sentido del momento con toda nuestra mente, voluntad y corazón.

 

Hay muchas clases de signos y gestos simbólicos en la liturgia: algunos vinculados al cuerpo humano que también «habla» y expresa las actitudes más íntimas: así, las posturas del cuerpo, (de pie, de rodillas…) pueden contribuir no sólo a que se manifieste una actitud determinada (prontitud, reverencia, humildad) sino a sentirla más en profundidad. Los gestos de las manos, llegan muchas veces a donde no llegan las palabras, una oración puede suplir alguna vez a la mejor aclamación.

 

En cuanto al movimiento, también tiene importancia: el caminar, el marchar en procesión hacia la comunión, una danza estilizada… hay otros muchos relacionados con cosas materiales, de las que nos servimos para expresar lo que nuestros ojos, nuestras manos o nuestras palabras no pueden decir bien: el baño en agua, la unción con aceite, el pan y el vino, hablan por sí solos; así como otros muchos elementos utilizados a lo largo del año cristiano en la celebración: la luz, las velas, el fuego, la ceniza, el incienso, las imágenes, los vestidos y sus colores, las campanas… El lugar mismo de la celebración juega un papel importante: los edificios de la asamblea cristiana, el ambón como lugar digno y respetado de la Palabra de Dios, el altar como símbolo de Cristo y de la comida eucarística, la sede del presidente, destacada por su condición de signo visible de Cristo Cabeza.

 

Pero hablemos brevemente sobre los símbolos en el calendario litúrgico, la liturgia de las horas es un oficio divino de la Iglesia Católica universal, mayormente se realiza en dos tiempos, laudes (oficio de la mañana) y vísperas (oficio por la tarde) el símbolo principal de esta celebración es la luz representando la presencia de una comunidad que está reunida para orar entorno a Jesucristo. Cristo resucitado, luz del mundo, sol de justicia que nace de lo alto.

 

El calendario litúrgico nos va a ir encaminando a esta Cristificación, y cabe resaltar que nunca el año litúrgico va a coincidir con el año civil, ya que varían sus fechas entre ellos, dentro del año litúrgico tenemos: Adviento, Navidad, Epifanía, Cuaresma, miércoles de ceniza, semana santa, Domingo de Ramos, Domingo de Resurrección, Pentecostés, fiesta de Cristo Rey; El año litúrgico inicia con el adviento y culmina con la fiesta de Cristo Rey.

 

Según el tiempo existen diferentes símbolos y colores esto nos llevara a la vivencia de cada celebración, recuerda todo tiene su gran importancia y sentido de ser. ¿Y que necesitamos para un celebración litúrgica? Como ya hemos nombrado en anteriormente la liturgia se mueve principalmente por los signos y símbolos necesarios para comprender lo incomprendido es decir el misterio que en ella se realiza por tal motivo utilizamos algunos elementos que en diversas oportunidades hemos conocido por lecturas bíblicas.

 

-El agua: sabemos la gran importancia que posee el agua para todo ser viviente, sacia la ser, limpia y es fuente de vida, pero dentro del ámbito religioso también tiene un gran importancia, sobre todo la pureza interior, para nosotros los cristianos el agua puede simbolizar la que es Cristo para nosotros, el único que sacia la sed el agua viva (Jn. 4). Así que para nosotros el agua puede simbolizar, purificación, servicio, recuerdo del bautismo, ésta también puede tener sentido de muerte así como de vida. Todo depende del gesto con que vaya acompañada este medio.

 

-La cruz: es acción de gracias por la salvación, Cristo está con nosotros y camina delante de nosotros, la misma señal de la cruz trazada con la mano, expresa una bendición es la señal de todo cristiano, es santificación del día, del momento, de la persona, significa pertenecer a Cristo.

 

-El fuego: este puede aparecer en forma de lámpara o cirios grandes o chico, puede simbolizar a Cristo Resucitado, de un verdadero sentido a la celebración existe un presencia viva reunida, cabe destacar que el lenguaje humano el fuego calienta, quema, consume, ilumina purifica, así también destruye castiga, daña asusta., todo depende del uso que a este se le de dentro de la celebración y las riquezas serán muchas. Una vela encendida da señal de alegría de fiesta, que hay una celebración, expresa su fe, esperanza, una lámpara es signo de presencia de adoración y acción.

 

-Incienso: ayuda a crear una atmósfera agradable, crea un ambiente misterioso, expresa elegancia y respeto es actitud de oración adoración, y es sobre todo ofrenda y actitud de sacrificio de los creyentes hacia Dios, ¿que se puede incensar? Se puede incensar la cruz, el altar, la Biblia (palabra de Dios), cirio pascual, pan y vino, personas, ministro, asamblea, Santísimo… y todo aquello que merece su valor y su respeto. El incienso puede expresar presencia de Cristo y el olor de Cristo que todos los bautizados estamos llamados a ser, expresa la oración que se dirige hacia Dios.

 

Pan y vino: simboliza la vida del ser humano su alimento y su trabajo que nunca faltará y es un símbolo universal por tal motivo allí lo hacemos presente como Cuerpo y Sangre de Cristo después de la celebración del misterio.

 

Tierra: (barro, arcilla, polvo, ceniza, suelo) nos proyecta lo que somos de donde hemos nacido y nos recuerda nuestra debilidad de ser humano, postrarse en tierra es señal de muerte de sumisión de entrega total, disponibilidad, voluntad de Dios como respuesta del llamado.

 

2.3.-Corporeidad

La corporeidad es la integración permanente de múltiples factores que constituyen una única entidad. Factores psíquico, físico, espiritual, motriz, afectivo, social e intelectual constituyentes de la entidad original, única, sorprendente y exclusiva que es el ser humano: Soy yo y todo aquello en lo que me corporizo, todo lo que me identifica.

 

Cuando hablamos de corporeidad la palabra expresa una idea, un concepto múltiple Plural, complejo y diverso de una unidad. Uno que a su vez no tiene otro igual, individuo único e irrepetible, sujetos todos diferentes, personas que todavía estamos tratando de comprendernos: nosotros, los seres humanos. Cuando hablamos de corporeidad estamos hablando de humanidad[xx].

 

En la liturgia al hablar de corporeidad hacemos memoria de todos los gestos que allí realizamos sin omitir su sentido original ya hemos expuesto, a veces estamos allí, hacemos todos los gestos, participamos activamente, nos sentamos, nos levantamos, nos arrodillamos, entramos en procesión, damos el abrazo de paz, extendemos las manos para recibir el pan de la comunión. Hacemos todo esto pero el “entusiasmo” quedo atrás.

 

Ante esto, podemos decir que actuamos superficialmente, epidérmicamente, decimos que quedamos distraídos, pero quizás es algo más grande, quedamos fuera de nosotros mismos, no habitamos nuestro cuerpo, no vivenciamos nuestras actitudes corporales, nuestros gestos y es allí donde se pierde la fuerza y la eficacia de la liturgia.

 

Introducidos en el mundo de los signos litúrgicos, conviene determinar más especialmente esas cosas que relacionan a Dios con el ser humano. Así que disponemos a señalar algunas actitudes litúrgicas que corresponde a la celebración como tal[xxi].

 

La acción litúrgica se realiza con los cuerpos. Y la acción de Dios en la liturgia, el encuentro con Jesús pasa por nuestro cuerpo habitado por el Espíritu de Dios. En la práctica se trata de percibir la unión entre tres cosas: el gesto corporal, el sentido teológico que objetivamente este gesto tiene dentro de la liturgia cristiana, y la actitud espiritual que este gesto requiere y crea al mismo tiempo. En cada gesto y en cada una de las acciones litúrgicas es preciso buscar la unidad, no basta ejecutar el gesto corporal y conocer su sentido teológico, resalto que lo importante de todo esto es que los tres estén interlineados que se vivan espiritual y corporalmente, de un modo afectivo el gesto con el sentido teológico.

 

Le corresponde a cada uno de nosotros y a la comunidad celebrante como un todo, hacer que estos gestos sean “nuestros” es necesario vivenciar profundamente, de un modo espiritual, colocando allí toda nuestra alma, dejando que el espíritu que habita en nosotros, anime nuestros pasos, nuestras manos, nuestro mirar, nuestras palabras, y las transforme en oración, en comunión. Seguidamente daremos algunos gestos corpóreos que realizamos dentro de una celebración litúrgica, para un mayor conocimiento y así tener esa participación activa y dinámica que nos invita la Sacrosanctum Concilio.

-De pie: en la tradición judía y cristiana de todos los tiempos, han reservado la actitud de estar de pie al ministro que sirve en el altar, al sacerdote, que sacrifica, al jefe de la oración oficial, para los cristiano significa respeto se levanta ante una persona de respeto, al llegar y salir el celebrante, al escuchar el Evangelio, al responder al saludo. Este también es signo de libertad que nos trae Jesucristo al hacernos levantar del pecado y de la muerte ahora somos hijo de Dios. El estar de pie es señal de nuestra disponibilidad, prontitud para ejecutar la Palabra oída, como el judío que comía la pascua de pie y sin demora (Ex 12, 11).

 

-Arrodillarse: dentro de la celebración ponerse de rodillas, es una actitud de humildad, arrepentimiento y penitencia, de la misma forma para otros momentos puede expresar petición, y adoración este maravilloso gesto, sólo debe ser realizado ante una sola persona Dios.

 

-Sentados: cuando el celebrante se sienta indica el gesto de que se prepara para ejercer su oficio de presidente y doctor de la asamblea. Los fieles en la liturgia, se sientan para escuchar la Sagrada Escritura[xxii].

 

La liturgia aún no ha descubierto que unas actitudes corporales, significativas de forma consciente, podrían favorecer la actitud religiosa mucho más que un buen montón de palabras.

 

La liturgia cristiana es expresión ritual, simbólico-sacramental del misterio cristiano, o misterio de Dios revelado en persona, vida y sobre todo en la muerte y resurrección de Jesús por obra del Espíritu Santo, llamado también Misterio Pascual. La básica de expresión ritual del misterio en la liturgia y cuerpo, entendido como “corporeidad animada”, como cuerpo-mente-corazón, alma, para expresar el misterio disponemos de varios elementos: la asamblea, la palabra, los gestos y acciones simbólicas, la música y el silencio, también la danza[xxiii].

 

Capítulo III.-La Danza en una Celebración Litúrgica

3.1.-Danza en la Biblia

Como ya hemos visto anteriormente, la danza ha sido la forma más antigua de oración y quizás la más antigua de todas. La Biblia hace varias alusiones a las danzas del pueblo de Dios con sentido religioso, ya que el que produce el ritmo es el Espíritu Santo.

 

-Las danzas eran una expresión de gozo, se usaban cuando un niño nacía ó en las bodas. “Volveré a edificarte y serás reedificada, virgen de Israel; aun volverás a tener el adorno de tus adufes, y saldrás a bailar entre gentes festiva”. (Jer. 31, 4)

“Su hijo mayor, estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas”. (Lc. 15, 25)

 

-La danza también era utilizada para celebrar victorias.

“María la profetiza, hermana de Aarón tomo en sus manos un tímpano y todas las mujeres la seguían con tímpanos y danzando en coro…”( Ex. 15,20) “cuando Jefté volvió a mispá, a su casa, he aquí que su hija salía a su encuentro bailando al son de las panderetas, era su única hija…”( Jue. 11, 34) “A su regreso, cuando volvió David de matar al filisteo, salían las mujeres de todas las ciudades de Israel al encuentro del rey Saúl para cantar danzando al son de adufes y triángulos con cantos de alegría, diciendo “Saúl mató sus millares y David sus miríadas”.(1Sam 18,6)

 

-Así mismo era utilizada para adorar.

“Uzzá caminaba, al lado del arca de Dios y Ajyó, iba delante de ella. David y toda la casa de Israel bailaban delante de Yahvé con todas su fuerzas, cantando con citaras, arpas, adufes…” (2Sam 6,14) “Alaben su nombre con la danza, con tamboril y cítara salmodien para él…” (Sal. 149, 3)

 

-En otras ocasiones la danza fue motivo de disipación y perjuicio. “cuando Moisés llego al campamento y vio el becerro y las danzas, ardió de ira, arrojo de su mano las tablas y las hizo añicos al pie del monte” (Ex. 32, 19)

 

-Era manifestación de alegría o de alegrar a los convidados. “Os hemos tocado flauta y no han bailado…” (Mt. 11, 17)

 

-Otras citas Bíblicas que tocan el tema de la danza o baile. Cantar. 6, 13; Sal 150,4; 1 Sam 2 1,11; 1 Sam 29,5; Sal 30,11; Lam 5,15; Jeremías 31,4; Mt 14,6; 2Sam 6,14; Jueces 21,21-23; Jeremías 13,13; 2Sam 6,14. 16. 21; 1 Cr 15,29; Job 21, 11-12.21; 1 Sam 18, 6-7;

 

En la 2da de Samuel, si se lee este pasaje a través del proceso de la Lectio Divina se pueden comprender varios aspectos:

-David es uno de los más grandes ejemplos del Amor de Dios, de ser un humilde pastor pasa a ser uno de los más grandes reyes del pueblo israelí.

 

-En el tiempo del reinado de David, la presencia de Dios tenía un lugar de específico encuentro con Él, que era donde estaba ubicada el Arca de la Alianza. Ésta era lo más sagrado entre lo sagrado, y allí frente a su presencia un hijo de Dios (como tu o como yo), Danzaba frente a Él.

 

-David un hombre pecador, sensible, orgulloso y temeroso de estar lejos de Dios, en constante lucha personal, encontraba en la danza la forma de expresar agradecimiento y alabanzas al Rey de Reyes, a Dios nuestro Señor (2 Sam 6, 1-7); encontraba la forma de pedir su misericordia sin importar mayor comentario (2 Sam 6, 21-23).

 

Plasmaba así un mandato para todo creyente: “…Alaben a Dios en su Santuario, alábenlo en el firmamento de su gloria….Alábenlo con Danzas y tambores… alabe al Señor todo el que vive Aleluya” (Sal 150), para ser reconfirmado el mandato del Libro del Apocalipsis (5, 13) “…. y oí que respondían: al que está sentado en el trono y a Cristo, alabanza, honor, gloria y potencia por los siglos de los siglos” los Salmos 149 y 150 nos invitan a alabar a Dios danzando: Alaben su nombre con la danza, con tamboril y cítara salmodien para él. ¿Podemos quedar insensibles e inmóviles ante esa invitación?

 

3.2.-La Danza como una expresión de la Celebración Litúrgica

La danza litúrgica es una manifestación de fe, gozo, gratitud, alabanza…

Para bendecir y alabar al Creador se necesita estar consciente toda la persona en sentimientos, emociones, físicamente, psicológicamente, y más un espiritualmente ya que la danza litúrgica debe involucrar todo el ser con todas las facultades de la persona.

 

La danza litúrgica no debe lleva a un encuentro íntimo, a tocar nuestros sentimientos las maravillas que Dios, nos ha dado, ésta nace de la nueva experiencia intima de relación con nuestro creador.

 

Así mismo, es un medio de sanación para todo el pueblo que participa en ella activa y pasivamente enseñando que el amor de Dios es incondicional y todo los días el nos los regala, de allí nace el mandato del amor (Jn 13,1-20) sentirnos amados nos lleva a amar, es por eso que por medio de la danza litúrgica expresamos el amor de Dios recibido y el amor que nosotros le manifestamos a Dios en un recibir y un dar, esto es la danza un compartir…

 

Otro momento que Dios nos regala es la expresión de nuestros sentimientos tomado en cuenta la cultura en la que vivimos sumergidos. Cada día existen más personas con sentimientos reprimidos; la danza litúrgica nos ayuda a expresar nuestros sentimientos sin tapujes y ayuda a que otros saquen sus sentimientos ya sea consciente o inconscientemente es por eso que la danza litúrgica puede ser un proceso sanador para el que danza como para la comunidad.

 

En ocasiones el ser humano para agradar al mundo reprimimos nuestros sentimientos, la danza litúrgica rompe este esquema y es así que cada gesto, movimiento, paso y cada coreografía con la oración se va eliminado tanta rigidez interna que sólo causa enfermedad física y espiritual. Ya que esta nos permite expresar, sentir de forma adecuada y sana nuestros sentimientos.

 

La danza también es un proceso espiritual y no es individual sino comunitaria, “donde hay más de dos reunidos en mi nombre…”

 

Dios se revela a través de la comunidad está de parte nuestra que la danza litúrgica necesariamente tenga el objetivo de conformarse como un ministerios como una comunidad orante y como una misión evangelizadora, la danza litúrgica no es un mero acto, no es un show, no es un distracción, la danza litúrgica tiene como misión evangelizar, motivar a la oración entrar más en ese Misterio Pascual, la danza litúrgica está al servicio de la liturgia y no al contrario, liturgia es vivir es vivir el paso de Dios por nuestras vidas , así la danza ayudará al creyente a entrar en este misterio.

 

El origen de la danza litúrgica viene de la tradición hebrea ¿cuál es el Dios de los hebreos? Es el mismo Dios de los católicos, los grandes Padres de la fe cristiana son los padres de la fe hebrea, nosotros los católicos valoramos la importancia del pueblo de Israel como pueblo elegido. Así mismo valoramos la historia dentro del Antiguo Testamento, y forma parte de nuestra formación, para entender el misterio mesiánico de Jesús, si no hemos dado cuenta en los textos del Antiguo Testamento se nos hace ver la utilización de la danza dentro de algunos ritos y fiestas del pueblo judío.

 

Es de gran valor aquellos textos que nos incitan a danzar como forma de oración y ofrecimiento de la alabanza de Dios.

 

La danza en el pueblo judío no podía faltar en ninguna celebración, ya sea festivo o religioso pero ésta era esencial. Sin danza no había celebración en el ámbito religiosos la danza consistía en un conjunto de pasos que se ejecutaban de forma repetitiva y en rondas, concluía con abrazos estos danzaban cánticos con mensajes religiosos, así podemos describir un poco la vivencia del pueblo judío, es decir si Jesús, los discípulos y los primeros seguidores la mayoría eran judíos es decir practicaban las leyes y sus costumbres hebreas, la danza pudo ser parte de los rituales de esta primera Iglesia, pero, ¿Qué pasa hoy con la danza dentro de la Iglesia Cristiana Católica?

 

Solo existía un documento dado por nuestra Iglesia acerca de la danza litúrgica en específico es un ensayo titulado “danza en la liturgia” realizado por la congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos en 1975, en el principio puede parecer estar en contra de la danza durante la liturgia, para un mejor comprensión se requiere de un estudio más cuidadoso, y de acuerdo con la congregación.

 

La danza es un elemento religioso africano e indígena de inestimable valor. Al entregarnos al ritmo de la música. “al entrar en la danza”, nos entregamos al ritmo universal de la creación que sobrepasa la tierra, el mar, las estrellas, cada célula, todo ser vivo… Entramos en el ritmo de las compañeras y de los compañeros, a la vez que buscamos juntos el ritmo del “cuerpo comunitario”, que es la comunidad unida en Cristo. Nos entregamos al Soplo Divino, al espíritu Divino, que crea y da la vida en todo instante. Es Él quien nos hace entrar en la “danza” del Señor Jesús, maestro en la danza, para usar una expresión de San Bernardo:

Jesús es maestro de danza, en la que gran dote le fue dada; Da vueltas y se mueve en el salón y todos siguen su lección.

 

El que produce el ritmo es el Espíritu Santo. Así lo expresa un teólogo y obispo africano: “El danzarín sólo danza poseído por el ritmo. Ora, y el ritmo es una inspiración que emana de un horno, que es el Espíritu (…) la danza es una expresión corporal del espíritu (…se percibe claramente…) si el danzarín danza en público, para una tercera persona o simplemente movido por el Espíritu interior que lo invade. Sin esta apropiación la danza cae en una exhibición corporal que hiere el pudor de la mirada, y, con mayor razón, el alma de la asamblea de fe”.

 

A la luz de la experiencia africana, aprobada en 1988, se podría decir que el texto tiene como base tal práctica: contempla tanto la asamblea que acompaña el canto con las palmas y los movimientos rítmicos, la expresión corporal, el nombre más genérico, designa las tres formas de movimiento corporal, se expresa la alabanza, la adoración, la ofrenda, la súplica y todas las dimensiones del adoración litúrgica, es la liturgia danzada y no solo danza en la liturgia.

 

La danza es la más bella expresión de amor, entrega, sacrificio, gratitud, perdón, con ella toda la persona se involucra en sus sentimientos y pensamientos estos están poseídos por la persona de Jesús Divino Maestro, porque al Él va dirigido nuestra danza, toda su persona invade y conquista nuestro ser y se lo manifestamos con la danza, involucrando pasivamente al resto de la asamblea.

 

Entre los Padres y escritores eclesiásticos en los textos conciliares también se hace mención de la danza.

 

En América Latina, acompañar espontáneamente el canto con las palmas, los movimientos rítmicos del cuerpo y los pasos de danza hace parte, en general, de la cultura latina y más aun, en las tradiciones religiosas de los pueblos indígenas y de la herencia africana.

 

Existen varios testimonios de danza religiosas, incluso en los recintos de las Iglesias o en los atrios y plazas, como un modo de manifestar la alegría por las victorias de los mártires, en las fiestas parroquiales y en las procesiones, la danza también hace parte de lo que hoy le llamamos religiosidad popular.

 

La danza litúrgica es propiamente danza, expresión corporal, movimientos rítmicos como parte integrante de la acción litúrgica (es liturgia danzada), de la misma manera podemos definirla como una manifestación que integra los sentimientos que brotan del espíritu y se expresan en el movimiento del cuerpo, es la verdadera alabanza a nuestro Dios que reside en nuestro corazón, pero es preciso proclamarla con los labios, los gestos, las actitudes y los movimientos corporales que comuniquen y manifiesten la fe, el sentimiento de adoración, la alegría de la alabanza y la acción de gracias, y el sentimiento de confianza en el grito, en la súplica y en la petición del perdón.

 

Resalto que no cualquiera danza, la danza litúrgica debe tener las mismas características de otras manifestaciones artísticas en la liturgia tales como: autenticidad, belleza, sobriedad, armonía, sencillez, dignidad y debe ser eminentemente orante.

 

Estoy de acuerdo que antes de acoger o involucra la danza en nuestras celebraciones litúrgicas, exista una formación pastoral y expresar que esta es o puede llegar a ser un ministerio dentro de la iglesia así como el coro, como los acólitos como los lectores.

 

El Concilio Vaticano II hace referencia a diferentes expresiones artísticas para alabar a Dios, que deben ser fomentadas por otro lado tenemos, la carta enviada a los artistas donde el Santo Padre descubre la importancia del arte en todas sus expresiones, como fiel testigo del amor de Dios a su misión evangelizadora.

Puede parecer incipiente la información que se tiene sobre la danza litúrgica pero ésta se encuentra en crecimiento por todos los que nos hemos permitido conocerla.

 

Los documentos tales como Puebla Santo Domingo y aun el más reciente el de Aparecida dentro de su capítulo sobre la piedad popular o religiosidad popular tocan el tema de la danza como un ejercicio de piedad que alimenta la fe del pueblo y lo hace más participativo dentro de las celebraciones.

 

Dios es dueño de todo incluyendo nuestro cuerpo con todas sus cualidades, danzar es un don y los dones vienen de Dios por el Espíritu Santo, y si eso es así ¿porque no ofrecemos nuestras danzas, nuestro don a Dios? ¿Porque no educamos, formamos, catequizamos a través de los dones que el mismo Dios nos ha dado, para colocarlos a su servicio? “Nadie enciende una lámpara para cubrirla con una vasija o para colocarla debajo de la cama” (Lc.8, 16), nadie aprende a danzar para callarla ante las alabanzas con canto y música al Señor…

¿Cómo podemos quedar insensibles e inmóviles ante esa invitación? ¿Cómo cantar estos salmos, y no entender lo que dicen?

 

No sólo en la cultura africana o indígena, sino en la expresión religiosa de todos los pueblos, la danza ha sido una de las formas más antiguas de oración, tal vez hasta la más antigua de todas. La Biblia hace varias alusiones a las danzas del pueblo de Dios con sentido religioso.

 

La danza litúrgica también es un ministerio, como tantos muchos y que son de suma importancia en las celebraciones litúrgicas:

Ministerio de Música, Ministerio de Lectores, Ministro de las Eucaristía, Ministerios de Acólitos, Ministerio de Liturgia, Ministerios de Orden y Belleza en la casa de Dios. “Ministerio de Danza Litúrgica”.

 

El Ministerio de danza es un equipo de personas que quieren promover los valores espirituales y morales, colaborando en la labor evangelizadora. Los integrantes de este ministerio son discípulos del Señor, quien ha regalado el carisma de la danza para su propia santificación y para el servicio de nuestros hermanos.

 

El objetivo del ministerio es llevar un mensaje de amor y unidad con Dios a través de la oración con el cuerpo, colaborando en Eucaristías, vigilias, congresos y otras actividades, promocionando este tipo de oración en la Iglesia y en las comunidades que deseen acogerla.

 

La danza puede incluir un vocabulario preestablecido de movimientos, como en el ballet y la danza folclórica europea, o pueden utilizarse gestos simbólicos o mimo, como en las numerosas formas de danza asiática. Personas de diversas culturas bailan de forma distinta por razones variadas y los diferentes tipos de danzas revelan mucho sobre su forma de vivir.

 

“Existen dos formas de realizar una danza litúrgica”:

-La Danza del espíritu: es aquella que es inspirada por el mismo espíritu cuando y como él desee, la persona está en profunda oración y el espíritu la impulsa a danzar suavemente en sintonía con el canto o fondo musical que existe a su alrededor o internamente.

 

-La Danza litúrgica: Aunque no deja de ser oración, siempre se organiza una coreografía, es decir la parte técnica de la danza. Para llegar hacer a una verdadera danza litúrgica, debemos tener en cuenta que los movimientos expresen adoración, agradecimiento, ofrenda y se muestre una verdadera oración. Así como el canto y la alabanza, la danza también es oración, es decirle a Dios que queremos agradecerle por nuestro cuerpo y lo demostramos con movimientos.

 

Cuando el hombre está alabando a Dios, llega un momento en que cree que no es suficiente alabarle con la voz, es ahí en donde siente la necesidad de mover su cuerpo para seguirle alabando. Si nosotros queremos danzar para Dios, no nos debe avergonzar el hecho de no saber los pasos, sólo debemos dejarnos llevar por el Espíritu Santo.

 

Si nos damos cuenta, cuando estamos en un grupo de animación católica donde fluyen dinámicas de integración grupal o rompe hielo y estas son de cantos religiosos, automáticamente nuestro cuerpo se pone en actitud d movimientos al ritmo del canto o melodía y para quienes lo desconocemos eso es danza litúrgica.

 

En el principio la danza era utilizada sólo para lo religioso, pero a partir del renacimiento se convirtió en arte folclórico. Y así fue como se perdió la religiosidad de la danza. Sin embrago hoy en día en algunos países se sigue viendo o se está fomentando nuevamente la danza de forma religiosa, para los africanos danzar es orar, si ellos no danzan pecan, porque simplemente no están orando, no les están agradeciendo a Dios por lo que tienen.

 

Hoy nos toca a ti y a mí rescatar esta gran manifestación de amor de donación de tu cuerpo, de tu mente, de tus sentimientos, de tu voluntad a Dios, el Espíritu de Dios te conquista y te alcanza para Él, cuando danzas, lo haces solo y únicamente para Él…

-Una danza es litúrgica cuando es destinatario y el centro de todo es Dios.

-Una danza es litúrgica cuando estamos al servicio de Jesús y de su pueblo.

-Una danza es litúrgica cuando nos dejamos absorber por el Espíritu Santo.

 

La danza es apta para significar la alegría. Por eso es que entre los místicos, encontramos intervalos de danza como una expresión de la plenitud de su amor a Dios. Recordemos los casos de Santa Teresa de Ávila, San Felipe Neri.

 

Cuando Sto. Tomás de Aquino deseaba representar al paraíso, lo hacía con una danza. Por medio de la danza podemos expresar nuestra alabanza y nuestra petición con movimientos, así como se dice que las estrellas en sus evoluciones alaban a su Creador, varios ejemplos de este tipo de oración lo hemos visto en el Antiguo Testamento.

 

En la Sacrosanctum Concilium 112 dice “la música sacra será tanto más santa cuanto más este íntimamente ligada a la acción litúrgica…” así mismo la danza para que no se vea como un elemento extraño, sobrepuesto en la liturgia, deberá ser expresión del misterio cristiano.

 

Un lenguaje muy cercano al caminar es el de la danza, que constituye una de las formas expresivas más antiguas y universales también de los sentimientos religiosos: alegría, fiesta, homenaje, valores de un misterio.

 

La Sagrada Congregación para el culto Divino de los Sacramentos en 1994 expresa sobre la danza en la liturgia que “En algunos pueblos el canto se acompaña espontáneamente con batir de manos, balanceos rítmicos, o movimientos de danza de los participantes. Tales formas de expresión corporal pueden tener lugar en las acciones litúrgicas de esos pueblos, a condición de que sean siempre la expresión de una verdadera y común oración de adoración, de alabanza, de ofrenda, o de súplica y no un simple espectáculo”[xxiv].

 

Por medio de la danza llegan a una unidad admirable el espíritu y el cuerpo, la danza puede ser el vínculo de nuestros sentimientos ante el Señor y de nuestra fraternidad festiva, bailemos para Dios.

 

3.3.-Propuestas para realizar un Danza dentro de una Celebración Litúrgica

Como ya hemos visto, danzar en la liturgia no es un acto, no es un entretenimiento, no es un show, danzar en la liturgia es oración, por tal motivo surgen varios criterios para llevar a cabo una danza en las Acciones litúrgicas.

 

Primero que nada, resaltar que no es recomendable usar la danza para todos los días y en todas las celebraciones ya que, por nuestra condición humana, podemos trivializar una celebración que podría involucrarnos en el misterio celebrado.

 

Recomiendo que incorporemos la danza dentro de celebraciones con carácter festivo o solemne Fiestas del titular de nuestra Parroquia o Comunidad, Solemnidades del Señor.

 

Introducir movimientos corporales más dinámicos dentro de una celebración litúrgica en tiempo de sobriedad como cuaresma y adviento, es muy útil que estas sean con ese mismo carácter sobrio y sencillo, acompañada de una suave música instrumental, que no irrumpa en la celebración, es decir una música que cubra las exigencias litúrgicas, para estas podemos utilizar lo que se llama performance o escenificación de un texto bíblico con una música suave y sin palabras, esta se puede realizar al inicio de la celebración como un espacio donde nos disponemos a acoger los que próximamente escucharemos, el Evangelio.

 

Y en ¿Qué momentos podemos realizar una danza en las celebraciones litúrgicas?

Es de recordar que sea cuando no interrumpa los momentos de suma importancia como la Proclamación del Evangelio y la Consagración, los momentos más recomendables son:

-Antes de la procesión de inicio, en el gloria.

-Antes de la lectura del Evangelio, como procesión de la Palabra.

-En el ofertorio, en el Santo.

-En oraciones comunitarias y en la liturgia de las horas.

 

Es importante que estas danzas preferiblemente estén acompañadas de algún texto bíblico que la liturgia del día nos regala, elementos tales como: Incienso, fuego, luz, flores, agua, tierra, odres, Hasta la misma Biblia, o Evangeliario, Entre otros…

 

A su vez deseo resaltar que no todo el que quiera puede danzar, es verdad que la asamblea es sujeto integrante de la acción litúrgica. Pero también debe existir un pequeño grupo que preste este servicio[xxv], a ejemplo de un grupo de cantores del coro. Y para esta es necesario algunas actitudes prácticas y vivenciales tales como:

-Estar en estado de reconciliación (Sacramento de la Confesión)

-Estar en intima comunión (Sacramento de la Comunión)

-Estar en continua oración, tanto a nivel personal como grupal.

-Dedicar el tiempo suficiente a la preparación de las diferentes coreografías.

-Las coreografías deben ser montadas en oración a través de la Lectio D.

-La danza debe estar de acuerdo con los rituales Eucarísticos.

-Los vestidos y ornamentos deben ser destinados única y exclusivamente a la adoración de Dios (Consagrados).

-El Ministerio debe ser obediente a la Iglesia Católica y en particular al Sacerdote. La decisión que tú tomas al danzar para Dios, es la decisión de unir cuerpo, mente y sentimientos para expresarle algo a Él, es decir “oras” y ayudas a orar a la comunidad.

 

Recordemos que la danza no es un espectáculo, es decir, no se hace en función de agradar la colectividad, sino en función de dar a conocer la vivencia cristiana. Por tanto, el danzante debe trabajar en su fortalecimiento espiritual, de forma tal que exprese y refleje desde lo profundo de su corazón, actitudes como: Humildad y sencillez, alegría por alabar Dios, respeto a Dios, a la Eucaristía, actos y símbolos eclesiales, al sacerdote y a la comunidad en general, concordancia con el tiempo litúrgico, el ritual eucarístico y los sentimientos de la comunidad, preparación física para Danzar.

 

Al elegir el canto o la música para la danza en una celebración, es necesario tomar en cuenta la misa litúrgica aquello canto que tienes un carácter bíblico y una música que exprese un contemplación, evitemos danzar músicas que son utilizadas para danzar en actos sociales.

 

Al ser humano Dios lo construyó de tal forma que lo hizo íntegro; unió en un solo ser Cuerpo, alma y espíritu. A la hora de danzar no podemos desarraigar el uno del otro, por tanto el cuerpo necesita también ser cuidado para que pueda cumplir sus compromisos, alimentándose sana y balanceadamente.

 

Como todos los creyentes en Cristo, estamos llamados a ser santos como Él. Estamos llamados a ser Discípulos de Dios, cercanos a Él, no simplemente seguidores. Estamos llamados a ser creyentes y cristianos.

 

Conclusión

Habiendo estudiado y profundizado el tema, puedo decir que la danza en una acción litúrgica, no es una barrera para vivir el misterio de la fe, ésta puede ser introducida en grades celebraciones siempre y cuando se tenga el máximo cuidado al elegir la música y los movimientos corporales, del mismo modo tomar en cuenta la previa catequesis al pueblo que se congrega para celebrar el kerigma de nuestro Señor Jesucristo y así, no asistir a la celebración como extraños y mudos espectadores como nos lo pide Sacrosanctum Concilium 48.

 

En el primer capítulo descubrí que es importante conocer las culturas para poder inculturar el Evangelio, según cada pueblo o nación, y así no imponer acciones que violenten su identidad. Al profundizar la importancia de la liturgia, reafirmo que ésta es una celebración, una fiesta donde se celebra el sentido positivo de la vida recibida como don, valorando que el autor principal es el mismo Jesucristo.

 

Al hablar de una liturgia Inculturada comprendo que no es suprimir ritos, sino, de introducir algunos elementos propios, significativos del lugar purificando el sentido de esta.

 

En el segundo capítulo rescato, la importancia de los gestos, signos y símbolos que el ser humano necesita para comunicarse con otra persona, estos son introducidos en la liturgia para una mayor compresión de los misterios del Reino de Dios, ellos nos evocan a realidades que superan nuestros conocimientos, provocado en nosotros actitudes corpóreos de veneración, respeto a nuestro Dios uno y trino presente en la acción litúrgica.

 

Finalmente en el tercer capítulo al explorar las Sagradas Escrituras, encontré un tesoro que nos habla de la danza en la cultura judía, ellos al entonar los salmos de alabanza a Dios por las victorias vividas lo acompañaban con danzas. En el Antiguo Testamento existen aproximadamente veintisiete alusiones a la danza religiosa, con motivo de oración, de gratitud, de alabanza, de gozo y no dejo de imaginarme a Jesús danzar en estas acciones sagradas.

 

En conclusión puedo decir que la danza en una acción litúrgica puede ayudar a entrar en los misterios de la fe, con ella podemos hacer oración contemplativa, expresar nuestro sentimientos más íntimos y entrar en una profunda comunicación con el Señor siempre y cuando se tenga una preparación previa por medio de los Sacramentos y una formación litúrgica para evitar actos sociales, recordemos que todo lo que se realiza dentro de una acción litúrgica está al servicio de ella.

 

Por medio de la danza llegan a una unidad admirable el espíritu y el cuerpo, la danza puede ser el vínculo de nuestros sentimientos ante el Señor y de nuestra fraternidad festiva, bailemos para Dios, una danza puede ser litúrgica cuando nos dejamos guiar por el Espíritu Santo.

 

“Alabad al Señor con tamboriles y con danza…”

 

Bibliografía

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-CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Constitución sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium, Paulinas, México, 1972.

-CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, Bestseller, Internacional, 1992.

-DOCUMENTO DE APARECIDA XXXI Asamblea Ordinaria, Paulinas, Venezuela 2007.

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-JASSO ALFREDO, Iniciación a la Vida Litúrgica, Basílica de Guadalupe, México, 1972.

-JEAN L., Para Vivir la Liturgia, Verbo Divino, España, 1989.

-ROJAS JUAN. Diccionario Popular de la Biblia, UNILIT, Colombia, 1971.

-S. CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS, La liturgia y la inculturación. IV Instrucción para una correcta aplicación de la constitución conciliar sobre la liturgia, Paulinas, 1994.

-S. CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS, Directorio sobre Piedad Popular y la Liturgia principios y orientaciones, Vaticano, 2002.

-SACROSANCTUM CONCILIUM, Manantial Litúrgico 9, (Buena Prensa, México, 2006)

-SAGRADA CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO Y DISCIPLINA DE LOS

-SACRAMENTOS, 4ta Instrucción para aplicar la Sacrosanctum Concilium nn.37-40, 1994.

 

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[i].-Hna. Luz María Linarez Corso

Religiosa de la Congregación Pías Discípulas del Divino Maestro

Estudios: Formación religiosa y Diplomado en Liturgia.

Telf. 04161200748 Correo Electrónico: luz_linarez85@hotmail.com)

 

[ii].-SC, n.17

[iii].-5 Ibid., n.2

[iv].-SC, n.6

[v].-Catecismo de la Iglesia Católica, Bestseller, Internacional,1992

[vi].-Ibid., n.7

[vii].-Ibid., n. 10

[viii].-Discurso del S.S Juan Pablo II, en el Congreso Nacional del Movimiento Eclesial de Compromiso Cultural Roma, el 16 de enero de 1982.

[ix].-R.J. Acosta Nassar, La inculturación en los trabajos de las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano en Puebla y Santo Domingo (Roma, 2001) 29-91

[x].-P. Arrupe, Lettre et documente de travail sur l’inculturation, en Acta Romana Societatis Iesu, XVII/2 (1978) 282-309.

[xi].-S. Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, La liturgia y la inculturación. IV instrucción para una correcta aplicación de la constitución conciliar sobre la liturgia, Paulinas, 1994, n.42.

[xii].-16 Ibid., 61-66

[xiii].-Discurso Inaugural de S.S. Benedicto XVI en la V Conferencia General del Episcopado Latino Americano.

[xiv].-Documento de Aparecida XXXI Asamblea Ordinaria (Venezuela, Paulinas, 2007) 136

[xv].-Ibid., 139

[xvi].-Documento de Puebla, (Venezuela, Paulinas, 1979) 109.

[xvii].-Cf. Todo para la Danza en: http://www.tododanza.com/tipos-de-danza/ el 15 de junio del 2010.

[xviii].-I. Buyst, Liturgia del corazón (Colombia, Paulinas, 1998) 59

[xix].-SC, n.6

[xx].-Cf. Wikipedia en: http://es.wikipedia.org/wiki/Corporeidad 1 de agosto de 2010.

[xxi].- I. Buyst, 58

[xxii].-A. R. Jasso, Iniciación a la vida litúrgica (México, Basílica de Guadalupe, 1972) 92-94

[xxiii].-Buyst, 50

[xxiv].-Sacrosanctum Concilium, Manantial Litúrgico 9, (Buena Prensa, México, 2006) 112

[xxv].-I. Buyst, Seguindo Miriam ao sondo pandeiro: dançar a liturgia,(Brasil, Vozes, 2001)236

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