
Dra. Beatriz Hernández Santana.
(Arquitecto (UCV), Magister Scientiarum en Desarrollo Tecnológico de la Construcción (UCV), Doctora en Arquitectura (UCV). Profesora Asociado de la FAU. Miembro Activo del SiLI en la Línea de Territorio. Ex Coordinadora Docente del IDEC. Ex Coordinadora del Programa de Postgrado en Desarrollo Tecnológico de la Construcción. Directora del Instituto de Desarrollo Experimental de la Construcción (IDEC) adscrito a la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (UCV). SPI Nivel I. PEI Nivel B. Autora de varios Artículos en Publicaciones científicas, libros y capítulos de libros. Ha recibido la Orden José María Vargas de la UCV. Área de investigación. Tecnología y Cultura, Techos Livianos en el trópico. Correo: bhernandezsantana@gmail.com)
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(Si quiere leer otras publicaciones de la Dra. Beatriz Hernández Santana, ver:
www.ciscuve.org/web/digitalizaciones/articulos/HSB-Techo-Vivien-Cultural.pdf
www.ciscuve.org/web/digitalizaciones/articulos/Revista%20Espacios.pdf
www.ciscuve.org/web/digitalizaciones/capitulos-de-libro/IDEC-Veinticinco-años-Postgrados.pdf
www.ciscuve.org/web/digitalizaciones/libros/vivienda95.zip
www.ciscuve.org/web/digitalizaciones/articulos/Sitech-Entre-Rayas-Hernández-Santana-Beatriz.pdf)
RESUMEN.
El SITECH es una alternativa de techo en lámina de acero para viviendas de interés social en Venezuela. Su desarrollo como techo no sólo requirió tomar en cuenta la materia prima y el parque de maquinarias con que cuenta el país, sino que además fue necesario profundizar sobre el tema social y cultural de la vivienda y los techos, tomar en cuenta los requerimientos de nuestro clima, las exigencias estructurales, de montaje y ensamblaje, así como todo lo referente a la durabilidad de sus componentes como sistema de techo.
El componente básico del SITECH consiste en una correa de techo, paralela a la pendiente del mismo, que permite en su sección superior el anclaje de láminas metálicas planas, no requiriendo de tornilleria para su fijación. En su sección inferior, este componente permite la colocación de un plafón deslizante para configurar una cámara de aire. La conformación de esta cámara de aire aislante, así como los componentes que permiten el mejoramiento de la calidad del techo, pueden ser colocados en etapas sucesivas. Todo esto, mediante una tecnología que simplifica las técnicas de producción y de montaje.
El propósito de la propuesta es contribuir y ampliar la oferta de componentes de techo, con un concepto más acorde a la realidad económica de Venezuela. El uso de la lámina metálica plana, proveniente de las bobinas, nos ofrece así, una alternativa eficaz que siempre y cuando se emplee con normas y procesos adecuados en la producción de techos, ofrece resultados óptimos en climas tropicales como el de nuestra latitud.
PALABRAS CLAVE.
Acero, Techos, Componentes, Vivienda, Interés Social, Habitabilidad, Clima, Trópico.
El SITECH
Una Opción en Acero para
Techos en Viviendas de Interés Social en Venezuela
Introducción
En nuestra latitud ha sido característico que el techo de las viviendas tenga entre sus condiciones básicas el ser liviano y de fácil montaje; techos que en su mayoría no requieren de una mano de obra especializada en su construcción, lo que ha inducido a su utilización en viviendas de bajo costo en forma masiva.
Al abordar este tema es conveniente revisar los antecedentes que describen el proceso evolutivo de los techos “económicos” en las diversas regiones del país, desde los materiales naturales que brindaba el contexto inmediato, hasta las aplicaciones actuales que se ofrecen en los programas formales de viviendas de bajo costo.
Conceptualmente, el techo en la vivienda de nuestra región viene caracterizado por algunas condicionantes inherentes a nuestra latitud. Entre esas determinantes tenemos el clima que facilita la utilización de materiales livianos en la cubierta, el peso que lógicamente dependiendo del diseño del techo no sobrepasa de los 100 Kg/m2 (peso propio), lo que a su vez permite un montaje que se realiza en poco tiempo y sin requerir, en términos generales, de equipos sofisticados ni mano de obra especializada.
En el caso de las viviendas económicas construidas por el gobierno, el uso del techo liviano se comienza a incorporar de manera más general, en los años 60, cuando a partir de la paralización de la construcción de los super bloques por parte del Banco Obrero, se regresa a edificios de baja altura y vivienda unifamiliar de una y dos plantas, donde además se recomienda establecer programas de investigación para el desarrollo de nuevos materiales, nuevos métodos de diseño y nuevos procesos de producción (Hernández,1994).
Por lo pronto, es necesario comprender que sucede en la práctica constructiva con los programas de viviendas de bajo costo de nuestro país. En general, estos programas de vivienda tienen, entre algunas de sus características arquitectónicas: espacios mínimos, estandarización de sus diseños y la búsqueda de reducción de sus costos tanto en el proceso de construcción, como en los materiales y componentes que los integran. Estos criterios, si bien responden en forma inmediata a las determinantes económicas que se plantean en cada momento, han obviado que las respuestas de estas viviendas redundan en una respuesta social.
En el caso específico de los techos es cada vez más notorio observar – tratándose de vivienda de bajo costo del sector formal – la poca durabilidad de este componente. Se trata de techos livianos, en general de lámina metálica o fibro-cemento, teja, que no cumplen con los siguientes aspectos:
– Pendientes mínimas: Los techos con porcentajes menores al 12 o 15 % son más vulnerables a la corrosión en los puntos de fijación, filtraciones entre juntas de láminas, mayor deterioro del material de cubierta, así como, menor resistencia al paso del calor provocado por la radiación solar.
– Aleros: La falta de aleros, en muchos casos se debe a la poca posibilidad que tiene tanto la cubierta como la estructura a permitir volados. En otros casos se evita, para ahorrar material. Sin embargo, los problemas que esto causa se traduce en mayores costos al término de la construcción de la vivienda. Este aspecto, expone a las fachadas a un mayor número de horas de radiación solar.
– Solapes entre láminas: Tratándose de cubiertas de láminas acanaladas u onduladas, en sentido transversal requieren solapes entre 14 y 20 cm, y en el sentido longitudinal deben ser de onda y media. Cuando esto no se cumple, es muy probable que la fijación de la cubierta a la estructura no sea segura, presente problemas de filtración y el deterioro del techo resulte mayor.
– Accesorios de fijación: En un gran porcentaje de los casos, en los planes de construcción de viviendas de interés social, no se cumple de manera adecuada con las recomendaciones de tornilleria, clavos, remaches u otros tipos de fijación que requieren estas cubiertas. Los resultados son obvios, cubiertas que deben ser soportadas por cualquier tipo de objeto que el usuario dispone y que permiten que las láminas no sean desprendidas por el viento.
– Accesorios complementarios: Estos son aquellos que como su nombre lo dice complementan la función del techo. Por ejemplo: canales de agua, flashing (piezas de cierre). En la mayoría de los casos estas son piezas que no se prevén, porque no se les da importancia. Al igual que en los aspectos anteriores estos componentes protegen los extremos de la cubierta, así como las fachadas de las viviendas.
– Resistencia estructural: Este aspecto se presenta tanto en la estructura de soporte como en la cubierta del techo. En el caso de la estructura de soporte, la reducción de costos lleva a la colocación de un tipo de estructura que no permite la presencia de volados, pero el problema se acrecienta cuando sobrepasa la flecha por el peso de la cubierta o por la carga del viento, que muchas veces no es tomada en cuenta. En lo referente a los materiales de cobertura, los espesores cada vez se disminuyen resultando cubiertas muy débiles.
– Conformación del techo: En nuestro clima (cálido-húmedo), adoptando algunas recomendaciones en el diseño de las viviendas se puede lograr el confort y la calidad optima de las mismas, contribuyendo a una reducción apreciable del gasto eléctrico mediante métodos pasivos para el aislamiento térmico. Tomar en cuenta la orientación de la vivienda para captar las corrientes de aire y lograr espacios internos ventilados, materiales que su comportamiento térmico así como su conformación en la vivienda permitan mantener espacios con temperaturas cercanas a rango de confort, son puntos claves que tendrían que ser manejados por todos los profesionales involucrados en el desarrollo de viviendas. Dirigiéndonos hacia el problema que atañe a este trabajo, una buena conformación del techo es preponderante para el logro de los aspectos anteriormente señalados.
A partir de la investigación sobre “Sistema de techo en lámina metálica para viviendas económicas de carácter progresivo” (Hernández, 1994) que realizara el autor, se pudo comprender que los techos en las viviendas en nuestro país tiene un carácter importante como componente integrador en la vivienda.
Dependiendo de las características del entorno, la cubierta estará expuesta en mayor o menor grado a la acción de los rayos del sol. Por estar Venezuela próxima del Ecuador, estos rayos inciden verticalmente y con gran intensidad en las horas de mayor insolación durante casi todo el año, lo que convierte al componente de techo en el mayor generador potencial de carga térmica al interior de la vivienda. Carecen igualmente de respuestas adecuadas a las condiciones acústicas y ofrecen poca resistencia estructural, lo que los incapacita para dar buenas soluciones de aleros a las viviendas, además de requerirse mayor uso de correas para evitar que la cubierta se flecte entre sus apoyos.
Por otra parte, el tratamiento masivo en las viviendas económicas ha dado una evolución errada de la producción de componentes para techos por parte de las empresas de producción pues se evidencia en forma clara la disminución de sus espesores cuando se trata de láminas metálicas, para abaratar costos lo cual va en detrimento de la calidad y durabilidad de los mismos.
En lo que respecta al propio usuario, se hace necesario comprender que la forma construida transmite un diálogo con los moradores o los usuarios lo que ha permitido reconocer en las distintas culturas parte de su cosmovisión.
- 2. El Techo en la vivienda Económica
Hasta ahora, en los datos recogidos sobre la evolución de los techos en la casa indígena, como en la casa campesina, no se deja de observar la extrema ligereza de estas construcciones que por un lado acertaban con formas propicias de lograr microclimas para sus zonas de habitación, pero que a su vez presentan un equilibrio permanente entre el contexto que le rodeaba y el tipo de vida que en estas se realizaba.
A continuación se estudia como con la influencia de las políticas del Estado para ofrecer las primeras construcciones industrializadas, modifica el sistema de vida del campesino y en general, el de todas aquellas viviendas de tipo económico. Un ejemplo de esto se da, cuando a partir de las campañas sanitarias contra la malaria (1946 aprox.), se impone el uso de techos en lámina metálica para evitar los criaderos del “chipo” en los techos.
En este sentido es importante aclarar que la vivienda económica también denominada de bajo costo es aquella a la que puede acceder las familias de menores ingresos y tratándose de viviendas construidas por el sector formal debe cumplir con requisitos mínimos de habitabilidad (sanidad, dimensiones espaciales, calidad técnica, dotación de servicios y confort).
Desde la creación del Banco Obrero en 1928, comienza darse las primeras señales de cambios en los componentes constructivos de las viviendas. Se dan por ejemplo, iniciativas de techos en láminas metálicas en los campos petroleros y se comienza a pensar en una arquitectura que respondiera más a dimensiones industriales que hasta ahora no se habían puesto en práctica en barrios pobres. Sin embargo, la vivienda de las familias con menos recursos seguía construyéndose con las técnicas tradicionales que los pobladores conocían: paredes en tapia o bahareque y techos en paja.
Para 1948 la nueva organización social, conjuntamente con la planeación de un país más interconectado por vías de comunicación, con mayores recursos que posibilitaba el desarrollo de la industria son los puntos de partida que modifican la visión de un país rural a un país industrializado. Los peones de las haciendas comienzan a percibir dinero a cambio del trabajo que realizaban, lo que les permitía la compra de materiales en la construcción de sus viviendas.
En la época subsiguiente 1959 – 1974 Después de considerarse las causas negativas y altamente costosas del superbloque, se decide bajar la altura y aumentar la densidad de los urbanismos. Estos urbanismos se planteaban para ciudades como Valencia, Maracay, Maracaibo, Pto. Ordaz, donde se ofrecía grandes extensiones de tierra y a su vez una estrecha relación con fuentes de trabajo.
En ellos se produce la racionalización de la construcción como otra forma de disminuir los costos, y con miras a la reactivación de la industria nacional. Se trabaja la coordinación modular en el diseño de las viviendas y se busca la normalización y estandarización de los componentes. Esto se logra llamando a concurso a las distintas empresas ligadas con sistemas de construcción, que participan en la integración del diseño y construcción de las viviendas. Esta integración debía tomar en cuenta aspectos de confort y calidad de las viviendas, así como características geo-ambientales, en lo que respecta a su ubicación.
Mayormente se puede observar, que los techos en las viviendas económicas fueron mayormente de lámina metálica en sustitución del techo de paja ; básicamente, porque son techos que resultaban muy fácil de colocarse, requerían poca mano de obra, se complementaba a la estructura que se utiliza en las paredes de la vivienda y finalmente son componentes generados de la industria nacional.
Actualmente, se perfilan cambios que responden a una visión distinta en la construcción de viviendas por el Estado. Estos cambios como se describen a continuación, tienden más a una orientación específica, y así mismo pareciera que las viviendas deben tomar un rumbo más específico a lo que demanda cada región.
Para constatar esto se realizaron encuestas con distintas instituciones regionales encargadas de construir viviendas económicas con el objetivo de verificar que tipo de gestión se lleva en los actuales momentos y como se manejan las tipologías de viviendas, así como que tipologías de techos que se implementan en estas viviendas. La muestra recoge datos de la región de oriente, centro, occidente y sur del país, lo que permite constatar varios aspectos:
- El primer aspecto, los programas están dirigidos al sector de la población con menos recursos económicos (Nivel de Asistencia I), sin embargo, se encuentra que en cada programa atienden a pequeños poblados. La propiedad de las viviendas se sede a las familias, a través de distintas modalidades: (compra, sorteo, Asociaciones, etc.). Algunos programas, ceden también la propiedad de la tierra, a través del mismo mecanismo, sin embargo, esto no se da de manera general en todos los programas.
- El segundo aspecto: el área de las viviendas y su tipología: Se sigue manteniendo programas de vivienda unifamiliar en casi todos los casos con dimensiones muy pequeñas y tipología repetida (sala, comedor, un baño y dos habitaciones), lo único que mejora esta condición, es que el mayor porcentaje de los programas permite que las viviendas crezcan, en la mayoría de los casos horizontalmente (esto nos dice que la estructura de la vivienda, no está dispuesta para soportar una segunda planta).
- El tercer aspecto: Alguno de los programas incorporan trabajo de construcción con las comunidades. Cuando esto es realizado de esta manera, muchas veces se incorporan materiales del lugar que son realizados por los mismos constructores, ejemplo de ello los bloque de tierra – cemento moldeados en el lugar de la construcción, o los techos de teja, torta y caña brava, técnicas ancestrales que manejan con mucha destreza en ciertos poblados del país. Generalmente, cuando las viviendas son construidas con una combinación de materiales industrializados y materiales de fabricación local a pie de obra, se tiene mayor oportunidad de modificar las viviendas, sin un aumento de costos significativo, puesto que los usuarios manejan sus propias técnicas.
- El cuarto aspecto: Las características de los techos. En casi todas las encuestas aparecen techos de lámina metálica o fibro-cemento, con los problemas que se han mencionado a lo largo de este trabajo: No permite modificación, su durabilidad y calidad son muy bajos, estructuralmente son poco resistentes, no son desmontables y funcionan mal al confort climático si no se diseñan con muy buenas pendientes, aleros y elementos de fijación. En el caso de los techos de tejas, se utiliza estructura de soporte en concreto al que se añade este tipo de cobertura. Este tipo de techo, de igual forma debe contar con buenas pendientes y aleros. Aunque evitan la transferencia de calor mucho más que en el caso de las láminas metálicas o fibro-cemento, siempre se debe contar con buena ventilación en el interior de la vivienda y algún tipo de salidas de aire en el techo que no es frecuente verlos en este tipo de desarrollos.
3. SITECH. Una propuesta de techo en Acero
Con el objeto de definir el ámbito del planteamiento, fue necesario analizar los factores generales relacionados con los techos en láminas metálicas. Estos son aquellos relacionados con el confort ambiental y aquellos que tienen que ver con la producción de componentes de lámina metálica. De igual forma, fue necesario analizar el parque de maquinarias existente en el país y las posibilidades de adaptación de la tecnología a las formas de producción establecidas.
Con ello, también hay una búsqueda centrada en el abaratamiento de los costos de producción y comercialización, con miras a la realización de un componente de uso masivo.
Se establecen los problemas que usualmente presentan estos techos, así como también aquellas características esenciales en su utilización. Dentro de este factor se toma en cuenta la realización de una alternativa de ensamblaje sencillo, con la utilización de equipo y herramientas de uso común y con posibilidades que su montaje no requiera de mano de obra especializada.
El aporte principal del Sistema de Techo en Lámina Metálica está en la conformación de un componente adecuado para viviendas económicas con características de crecimiento progresivo y que ofrezca un buen aporte térmico a la vivienda, acorde a nuestras condiciones climáticas. Sus objetivos específicos son:
- Desarrollar un componente factible de ser producido con el parque de maquinarias existente en el país.
- Orientar la propuesta para lograr la realización de techos partiendo de la lámina metálica que permita su conformación a través de etapas que irán dando respuestas adecuadas a los aspectos térmicos de la vivienda, aspectos económicos y aspectos técnicos.
- Implementar una solución de montaje sencillo y que no requiera el uso de equipo sofisticado para su ensamblaje.
- Desarrollar un componente liviano, apilable y de fácil almacenamiento.
- Mejorar la calidad de estos componentes para obtener mayor duración en el tiempo sin que conlleve a una solución más costosa económicamente.
- Implementar una solución compatible con componentes y accesorios del mercado.
- Estudiar el comportamiento estructural e implementar un uso más racional para su conformación en los techos de las viviendas.
Alguna de las razones para este extendido uso, consiste en la fácil adaptación del TLM a las dimensiones de las viviendas, el factor económico, ya que se presentan como componentes los de más bajo precio, entre los existentes en el mercado. El factor correspondiente a la estructura de mercado, ya que ofrece mecanismos de distribución y comercialización para que se puedan adquirir estos componentes en la mayoría de las ciudades de todo el país.
El factor de transporte y montaje: Estos componentes son muy livianos para ser transportados incluso por el usuario. Son apilables, lo que ayuda a requerir de menos espacio para su resguardo y almacenamiento. Su montaje requiere de poca mano de obra (1 ó 2 montadores), y no requiere maquinarias, además no se necesita personal especializado para llevar a cabo el ensamblaje en obra.
El factor físico de estos componentes: Ellos permiten incorporarlos a la vivienda, en cualquier etapa de la misma, ya sea en la construcción inicial o en una ampliación. Su reemplazo puede darse en partes (cambiar una lámina de techo por otra), o en su totalidad (cambiar toda las láminas de un techo y conservar la estructura o realizar un reemplazo total). Se adaptan bastante bien, a los módulos dimensionales de las viviendas y ofrecen continuidad en los crecimientos horizontales del techo de la vivienda. Esta característica, aunque no aparenta gran importancia, es básico en la “vivienda de construcción progresiva”(*). Por otra parte, estos componentes son estancos y ofrecen buena durabilidad si se utilizan de forma adecuada en su conformación y montaje.
Sin embargo, a pesar de estos factores, no se han ofrecido resultados adecuados en el uso de estos techos. A través de este estudio, se logró evidenciar algunos de los problemas más frecuentes que presentan estos techos, dados por el desmejoramiento de su calidad y por su mala implementación en las viviendas:
- No ofrecen respuestas adecuadas a la vivienda, en lo que respecta a las condiciones que ofrece nuestro clima Tropical Cálido-Húmedo. Se viene observando que su conformación (o mala conformación), en las viviendas no permite que sean componentes adecuados para las mismas. Para nuestro clima se requiere aumentar las pendientes de los techos (que muchas veces se encuentra por debajo de la norma 12%), esto permite que sean menos vulnerables a la corrosión ya que evita que la lluvia filtre por capilaridad en las uniones entre láminas y correas. En la foto N°1, se observa la pendiente que se está realizando actualmente en las viviendas del INAVI. Esta corresponde a un 12% aprox. de pendiente que resulta medianamente adecuada para buenos resultados de estanqueidad en la lámina metálica, pero, no contribuye a disminuir los aportes calóricos que se transmite a través de el metal. Por otra parte, no se realizan entradas y salidas de aire en el techo que son necesarias, de igual manera para amortiguar el paso del calor.
- Su uso masivo en viviendas económicas, ha incidido en forma negativa en la producción de estos componentes por parte de las empresas competentes, pues se evidencia en forma clara la disminución de sus espesores para abaratar costos, lo cual va en detrimento de la calidad y durabilidad de los mismos (ver fotografía N.2). Una lámina que se considera debe tener una duración de 15 años aprox. en condiciones adecuadas, no llega a este rendimiento ya que son en extremo débiles, ante los agentes atmosféricos.
- Esta reducción de los espesores, tampoco permite alcanzar volados mayores de 40 cms para la realización de aleros en las fachadas sin el uso de una estructura de soporte y por ende no permite dar protección a las fachadas, aspecto tan importante en nuestro clima (ver foto N.3).
- Ofrecen poca resistencia estructural por el mismo bajo espesor de las láminas, lo que hace que se requiera mayor uso de correas para evitar que se flecten entre la distancia de sus apoyos.
- Otro uso incorrecto que se le está dando a estos techos en las viviendas económicas, es que se contratan sin accesorios. Estos accesorios en la mayoría de los casos se han delegado a una colocación posterior que realizará el usuario y en otros casos ni se prevé. En viviendas realizadas por el INAVI, se ha encontrado como pieza de cumbrera, el uso de una lámina doblada (foto N.4). Estas piezas improvisadas, difícilmente pueden cumplir con su función, (como en este caso la cumbrera), ya que, estas láminas además de la mala calidad y su poca resistencia, están propensas a tener puntos vulnerables a la rotura y filtraciones, al cabo de muy poco tiempo. Para este caso, la cumbrera debe contener en su diseño el enlace correcto entre las dos pendientes del techo y contener un detalle separador, de la misma con la cobertura para evitar la entrada del agua por capilaridad.
- Frecuentemente, el usuario se ve en la necesidad de improvisar una pieza que funcione como canal, pues además que esta provisión no se da desde el principio, la falta de aleros acarrea mayores problemas en las fachadas (ver foto N.5).
- En otros casos se reduce el número de elementos de fijación que se requiere, por tanto, se recurre a la colocación de objetos diversos, colocados sobre la cobertura (por ejemplo, cauchos, listones de madera, perfiles y/o bloques, etc). (Ver foto N.6).
Todos estos aspectos han proporcionado una visión errónea, de la conformación de techos con láminas metálicas en las viviendas económicas, tanto por parte del sector formal como del informal, como por ejemplo el abaratar costos desde la etapa de producción, por parte de las empresas que convienen en desmejorar la calidad de los mismos y en la poca diversidad que ofrecen, en estos componentes para techo. Por parte del sector construcción, tampoco se plantean las soluciones adecuadas en el empleo de los materiales y componentes todo lo cual en este estudio se observó claramente. (Ver Foto N.7).
Se puede reiterar que hay una necesidad de implementar alternativas dentro del uso de este tipo de techos, mediante soluciones que permitan articularse, creando sistemas de construcción, formas de producción y comercialización que abaraten costos, sin menoscabo de la calidad, especialmente en las viviendas de interés social, para satisfacer las necesidades de un elevado porcentaje de la población* .
Para ello, se ha tomado en cuenta las siguientes características que justifican este estudio:
Estos componentes son derivados de las principales Empresas Básicas, como la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) que son productos elaborados con materia prima del país. Además no se puede olvidar que tanto las actividades de la Siderúrgica como las del Aluminio, han desarrollado una larga experiencia en nuestro país, por ello, son consideradas como empresas básicas tanto para el sector construcción como para el sector metal mecánico.
- En los actuales momentos y en mediano plazo es impensable la importación de componentes para la construcción, básicamente de este sector. «El hecho de que el Acero sigue siendo el material útil, para avanzar en los procesos de Industrialización es una ventaja que estas industrias deben de defender con: Calidad, Tecnología y Beneficios para el consumidor en relación a otros materiales» (7) .
- Las plantas existentes están en capacidad de ofrecer una gama de productos para la construcción tanto del tipo estructural (cabillas, alambres, perfiles, tubos, etc), como productos planos o laminares (en planchones o bobinas). «Sin embargo, el uso del Acero y Aluminio en Techos y Cerramientos, demanda la ampliación de estudios y experiencias, para mejorar el comportamiento térmico, ya que este aspecto es crucial, puesto que una adecuada solución redundara como posibilidad extraordinaria en la producción de viviendas» (8) .
- La conformación adecuada de estos techos para obtener condiciones favorables dentro de los límites de confort en nuestro clima se justifica sin que conlleve a un aumento monetario de sus costos. Esto se logra a través de la implementación de cámaras de aire ventiladas, combinación de materiales muy resistentes, protecciones solares a la vivienda y el buen uso de la ventilación cruzada.
4. DESCRIPCION DEL SISTEMA DE TECHO:
Partiremos por aclarar el concepto de SISTEMA, como «Combinación de partes cuyo comportamiento es producto de las interacciones de esas partes entre sí y del entorno que las rodea» (IDEC, 1978).
Se ha seleccionado la definición de sistema, ya que si bien solo se trata del desarrollo de un componente de techo para vivienda, éste se encuentra estructurado en partes, y que cuyo ensamblaje se obtendrán los fines perseguidos. Por tanto, se desarrolla la propuesta como «sistema de techo de lámina metálica, que ofrece respuestas adecuadas, para determinados aspectos del confort ambiental, con racionalización de la producción y facilitando las labores de ensamblaje en la vivienda con características de construcción progresiva.» Este Sistema de Techo se ha agrupado según sus partes de la siguiente manera (ver figura 1.):
- Componentes básicos, son aquellos componentes esenciales que se colocan en primera etapa de techo que, en el caso de la vivienda progresiva, puede ser la etapa de refugio. Estos componentes son las correas o perfiles de techo y las láminas de cobertura.
- Componentes para la progresividad, que también se han denominado complementarios, se utilizan a mediano plazo cuando se desee mejorar la calidad del techo y mejorar el confort térmico de la vivienda. Estos componentes son: Canales de agua, Flashing de cerramientos, cumbreras, piezas de remate que se requiere en cada caso de techo y por último se ha incluido los plafones que constituyen las cámaras de aire.
- Componentes para la consolidación, los cuales cumplen una función similar a los componentes para la progresividad. Estos mejoran la calidad, durabilidad y estética del techo. Se ha considerado dentro de este grupo, a todos aquellos revestimientos externos, que puedan se aplicados a la superficie de la lámina de cobertura. Para ello existen diversos tipos de pinturas de especificación, lisa brillante o rugosa que igualmente fueron estudiados.
4.1. Descripción de los Componentes del Techo:
El sistema de techo está constituido por correas, láminas metálicas planas (componentes básicos) y accesorios como complementos de cierre del techo. Cabe mencionar que cada correa es la unión de dos medios perfiles (o medias correas), unido en su eje central de la sección vertical, formando un componente simétrico. Esto se puede traducir a grandes rasgos como una doble T. La «Correa de Techo», colocada en el sentido paralelo a la pendiente de techo, permite en su sección superior el anclaje de las láminas metálicas planas, por medio de unos ganchos sobresalientes que contiene cada correa, con lo cual se puede realizar parte de la sujeción de esta cobertura. (Foto 8).
La curvatura que toma la lámina de cubierta (al colocarla entre las correas), crea una tensión en la lámina, que le da una rigidez por forma, que a su vez, permitirá una conformación a manera de canal, por lo cual estará totalmente relacionada con la pendiente del techo. La correa en su sección inferior, posee una base de apoyo (alas laterales con ángulo de 90º) que permite el soporte de un material plano, configurándose un espacio que tendrá la función de cámara de aire (ver figura 2 y 3).
La unión de dos correas y entre ellas una lámina de cobertura colgada, irá conformando el techo (I Etapa). Posteriormente, en función de las posibilidades del usuario, se le irá agregando componentes y acabados para mejorar la calidad y dar las respuestas más acordes para su uso (ver foto 9).
En el caso de las láminas de cubierta, se trabaja con láminas de Acero Galvanizado (G 60), de espesores 0,35 mm (C 28) ó 0,45 mm (C 26), y en las comprobaciones ambas resultaron factibles.
El desarrollo de cada medio perfil, se logra realizar en 25 cms cumpliendo con requerimientos estructurales, evitando a su vez el desperdicio de material. Cada perfil requiere de 50 cms de desarrollo por lo que es conveniente prever para su producción, bobinas de 1000 mm de ancho, de la cual se obtendrán dos perfiles o cuatro medios perfiles. El perfil también se puede producir en acero pulido, al cual se le aplica una capa de pintura anticorrosiva en su montaje. Los espesores utilizados son muy bajos y están comprendidos entre 1 mm y 2 mm.
La altura a que responde la sección de cada perfil, se relaciona con la requerida para la configuración de la cámara de aire, tomando en cuenta a su vez el comportamiento estructural.
Las pestañas que presenta el perfil, tienen una altura en su sección de 5 mm. Estas son pestañas de fijación y se presentan perpendiculares al ángulo que forma las bases de apoyo (para soporte de la lámina de cobertura), permitiendo la llegada de la lámina a un tope. Por otra parte, bajo estas pestañas, existe una abertura que corresponde a la dimensión de la pestaña (todo esto es realizado con un troquel), con la función de que la lámina de cobertura sea repujada hasta cortarse, presentándose así, parte de la lámina que se rasga hacia el interior de las alas del perfil. Se estableció que este proceso se realiza a cada 40 cms de distancia, en cada extremo de llegada de las láminas y a toda su longitud (Ver figura 4).
Para la tapa‑juntas, se utiliza lámina galvanizada de 0,45 mm de espesor (C 26). Su escogencia se basó en su resistencia y elasticidad, características requeridas para su colocación a presión. La Tapa-junta por su forma ofrece una doble función: evita la entrada de agua directa o por capilaridad entre las uniones, y ofrece un mayor ajuste y refuerzo en las uniones del perfil con la lámina de cobertura. (Ver figura 5).
4.2. El Ensamblaje del Sistema de Techo (I Etapa).
Entre los aspectos tomados en cuenta en el montaje se evaluaron los pasos y técnicas de mayor conveniencia. Esto se realizó por medio de gráficas de alternativas, y con ello el número de operaciones y ensamblajes que se requerían para cada una.
Se asumió que tanto para el izado como para la colocación de todas las piezas no se requiriera más de dos personas, de allí que las piezas de mayor peso que presenta el sistema se encuentra la correa con un peso promedio entre 2,099 a 7,41 Kg/M lineal (dependiendo de su espesor).
Las soluciones que se presentan, son un ejemplo ilustrativo de las diversas situaciones que se pueden plantear en un crecimiento progresivo, pudiendo optar el usuario por una de ellas. Cada una de ellas fue resuelta en función de las diversas modalidades de crecimiento que presentan las viviendas.
5. FACTORES QUE INCIDIERON EN EL DISEÑO Y DESARROLLO DEL PRODUCTO:
Una aproximación al ámbito general en el que se inscribe la producción y el uso del componente TLM, ha llevado al análisis de cuatro factores que se consideraron relevantes en el tema: Los factores referidos a los requerimientos de habitabilidad, los factores de producción, factores estructurales y de ensamblaje, y los factores económicos.
Todos estos factores se estudian con el propósito de lograr los siguientes objetivos :
- Que el usuario pueda realizar, el montaje del TLM, a partir de componentes básicos, muy livianos y de fácil ensamblaje.
- Dotar al techo de un carácter aislante mediante mecanismos tales como: cámaras de aire, materiales aislantes etc.
- Permitir la conformación del techo en forma progresiva, de tal manera que el usuario pueda complementarlo con accesorios (componentes para la progresividad del techo) y con mejores acabados (componentes para la consolidación del techo), en etapas sucesivas.
5.1. Factores Relacionados con los requerimientos de habitabilidad: Confort Térmico
El presente trabajo se limitó a estudiar el comportamiento de las temperaturas de aire interna al recinto que se experimentó (ver descripción en aparte 4.1.1.), teniendo como objetivo la disminución de los valores de esta variable, mediante diseño y manipulación del techo y en función de las características de las solicitaciones exteriores en el sitio de estudio.
Dependiendo de las características del entorno, la cubierta estará expuesta en mayor o menor grado a la acción de la radiación solar. Por estar Venezuela próxima al Ecuador, estos rayos inciden verticalmente y con gran intensidad en las horas de mayor insolación durante casi todo el año, lo que convierte al techo en el componente de la vivienda con mayor carga térmica.
Entre los puntos críticos citados por los usuarios de láminas metálicas en viviendas de bajo costo, el calor irradiado es uno de los grandes problemas, ya que en general no se toma ninguna previsión al respecto.
La utilización de componentes livianos tales como láminas metálicas para techo, requiere de un control eficaz que permita evitar, o al menos reducir, el paso de calor al interior de la vivienda, sin que con ello se produzca un retardo prolongado entre las horas en que se manifiesta la temperatura máxima interior con respecto a la exterior.
Para el caso de láminas en acero, este retardo es muy reducido, ya que su conductibilidad térmica es alta. El tiempo que transcurre entre los valores máximos de las temperaturas exterior e interior se conoce con el nombre de defasaje. En climas cálidos como el nuestro, se recomienda que el defasaje sea lo más reducido posible, evitándose así aumentos indeseados de la temperatura durante la noche.
El desarrollo de la propuesta se acogió a diversos criterios de acondicionamiento térmico pasivo – ya existentes – pues se considera que asegurando un buen funcionamiento en este sentido, se logra en muchos casos evitar el uso de controles activos, o al menos, reducirlos significativamente.
Se adopta igualmente como principio «la búsqueda de un equilibrio térmico por la disminución de los aportes calóricos debidos al sol y el aumento de la ventilación, lo cual se traduce en una aproximación entre las temperaturas interna y externa considerada a la sombra” (Hobaica, 1991).
Bajo estas condiciones, lograr sombras y paso libre al movimiento del aire es imprescindible para la solución del sistema de techo.
La ventilación en nuestro clima es muy importante para evitar el incremento de la temperatura en los ambientes interiores sobre las del exterior (Curiel, 1982). De allí la relativa importancia que tiene la orientación de la vivienda con respecto a esta variable. Se dice relativo, porque aquí también es relevante la orientación de la vivienda respecto a la trayectoria del sol; orientación que a veces resulta contradictoria con aquella otra requerida para la captación de los vientos dominantes, lo que implica considerar cada situación en particular.
Para el caso específico del sistema de techo, una ventilación adicional es lograda por medio de la creación de una cámara de aire ventilada. Es importante durante su ensamblaje, cuando se disponen las piezas de cierre, permitir que el aire tenga una entrada y una salida.
5.1.1 Resultados de las Pruebas Térmicas:
Se construyó un recinto sobre el que se colocó el techo de prototipo. Este recinto con un área interna de 5.18 Mts2 aprox., se le colocó una ventana (.80 Mts x .80 Mts) con elevación de .80 Mts de altura enfrentado por una puerta con postigo (de 1.00 Mt x .90 Mt). Este a su vez, está construido con bloque de concreto al cual se frisó externa e interiormente y finalmente se pinta sus cuatro fachadas en color amarillo y en el interior de blanco. Todo ello, con la intención de ilustrar las condiciones generales que se da en una vivienda con condiciones mínimas de ventilación y donde se pueda demostrar el ensamblaje de las piezas de techo y su comportamiento.
Debido a la importancia que tiene para el aislamiento térmico el disponer en el techo de una cámara ventilada, se diseñaron piezas de cierre que garantizaran la entrada y salida de las corrientes de aire. En cuanto a la sombras de las fachadas, el diseño del sistema permite obtener aleros pronunciados para la protección de las paredes externas.
Las conclusiones de las propiedades térmicas son el resultado de mediciones obtenidas únicamente en el recinto techado con el sistema de techo propuesto. Para ello se contó con el siguiente equipo:
‑ Las temperaturas externas fueron tomadas con un termohigrógrafo de cuerda, colocado dentro de una caseta con rejillas de ventilación de madera, elevada unos 1,60 m del suelo.
‑ Para las temperaturas del recinto se utilizó un Termógrafo eléctrico con censores de barra que permiten tomar el registro del aire interior y la temperatura superficial de la lámina metálica.
En ambos casos, el registro de la temperatura se dio en bandas con duración de una semana, de donde se extrajeron los valores correspondientes a cada hora y se calcularon los valores medios de cada semana.
En los ensayos realizados con el prototipo, se consideraron tres situaciones distintas con las siguientes características: CASO 1 (Semana I) Recinto cerrado sin plafón (Figura 6), CASO 2 (Promedio semanas II, III, IV, V y VI) Recinto cerrado con plafón de yeso cartón (Figura 7), CASO 3 (Semana VII) Recinto abierto con plafón de yeso cartón (Figura 8).
En el CASO 1 Y CASO 3 (semanas I y VII) ocurren situaciones parecidas pues se ha propiciado la ventilación cruzada al interior del recinto. En este caso las curvas de temperatura interna se asemejan a las curvas exteriores a la sombra. Cuando se coloca el plafón del techo y se abre la puerta y la ventana (caso 3), se puede interpretar que hay una mayor inercia con respecto al caso I, pues la curva interna se mantiene elevada por sobre la externa. En este caso también se observa que a las horas de mayor temperatura externa, la temperatura interna se mantiene casi a la par de la externa. Se puede entender que ocurre un aislamiento eficaz a las horas de mayor asoleamiento, al oponerse el plafón a que la temperatura interna aumente y en las horas de menos temperatura el aislamiento se da, al no permitir bajar la temperatura del recinto a los niveles de la temperatura exterior. Este tipo de interpretación no siempre resultará favorecedora para cualquier ubicación de la vivienda. En este caso tratándose de la ubicación del experimento en un lugar bastante montañoso y alto (Con temperaturas bajas en la noche), esto resulta bueno. Sin embargo, para resultados adecuados en zonas más bajas y calurosas se debe buscar que la curva al interior no aumente hasta niveles inconvenientes para el confort de los usuarios.
En el CASO 2, correspondiente a las semanas donde el recinto se mantuvo totalmente cerrado y se colocó plafón en el techo (Semanas II, III, IV, V y VI), se produce aumento de la inercia y con ello, el aumento de la temperatura interna con respecto a la exterior con un defasaje de 3 horas en las máximas del día y de 6 horas en las mínimas. Quiere decir que para este caso la máxima temperatura se registra a las 2:00 de la tarde en el exterior, mientras que en interior del recinto ocurre a las 7:00 de la noche. Esto se puede explicar por el hecho que no existe comunicación directa de aire entre el interior del recinto y el exterior.
Observamos a manera de conclusión los resultados de tres situaciones esquematizadas de la siguiente forma: En el caso 1 y caso 3 (semanas I y VII) ocurren situaciones parecidas pues se ha propiciado la ventilación cruzada al interior del recinto. Se puede inferir que ocurre un aislamiento a las horas de mayor asoliamiento, debido a la resistencia que ofrece la cámara de aire al incremento de la temperatura interna y, en las horas de menor temperatura, el aislamiento igualmente se da al no permitir el descenso de la temperatura del recinto, a los niveles de la temperatura exterior. En el caso 2, correspondiente a las semanas en las que el recinto se mantuvo totalmente cerrado y se colocó plafón en el techo (semanas II, III, IV, V y VI), se produce un aumento de la inercia y, con ello, el aumento de la temperatura interna con respecto a la exterior, con un defasaje de tres (3) horas en las máximas del día y de seis (6) horas en las mínimas (ver figura 6,7,y 8).
5.2. Factores Relacionados con la Producción de las Láminas Metálicas para su Utilización en Techos.
Entre otros aspectos, se analizaron las características de producción de las láminas metálicas, tanto para los componentes de soporte como para los de cobertura.
En la solución que se ofrece, fue determinante estudiar formas de producción para el abaratamiento de los costos incluyendo los procesos de ensamblaje, sin que esto repercutiera en la calidad del componente.
Las planchas laminadas en frío es la técnica más utilizada para producir perfiles por la tecnología del plegado en pequeños espesores (hasta 2 mm), determinado en algunos casos por los radios de curvatura. Esto puede ser a través de prensas plegadoras o con rodillos. Con los rodillos que es la forma más industrializada “El principio es el de hacer pasar la plancha entre grupo de rodillos (pasos compuestos de machos y hembras), que forman el perfil por pasadas sucesivas. Hay de 4 a 28 pasos en un tren, según sea el caso”(13).
De acuerdo con esto, los aspectos de producción que se estudiaron, corresponden a la tecnología del tren de laminación con rodillos para el componente estructural (la correa) del techo. Los otros componentes como la cobertura, es en acero galvanizado proveniente directamente de la bobina en 0,35 ó 0,45 mm de espesor.
Por otra parte, en la bibliografía de referencia se menciona que la construcción con perfiles delgados, ofrece problemas específicos que se han de estudiar: «Problemas de la estabilidad esencialmente a la compresión y a la flexión compuesta que provoca pandeos, torsión e hinchamientos»(14) . También se considera como otro de los problemas la corrosión por ser planchas tan delgadas. De cualquier forma, éstos son aspectos que son tomados en cuenta para la resolución de este estudio.
5.2.1. Resultados de las Pruebas de Producción:
La elaboración de la correa, por la unión de dos medios perfiles (CORREA ABIERTA) consta de los siguientes pasos: Para un medio perfil se calculó aproximadamente seis pasos, lo que nos indica el uso de 24 rodillos. En este caso, para la realización de las pestañas la troqueladora se simplifica ya que no se requiere que abra dos pestañas a la vez, lo que reduce costos de inversión. Al igual que en el caso anterior, primero se troquela la pestaña y luego se procede a perfilar la media correa. Para conformar la correa completa, se realiza la soldadura en su eje central (vertical), por medio de electropunto. La soldadura por electropunto, presenta como característica, mayor automatización y no se requiere de personal especializado para su realización, también es menos costosa económicamente, que la soldadura de electropunto .
De acuerdo con esto, la elaboración de dos medios perfiles simplifica la producción, aún cuando después de su elaboración se requiere la unión para conformar una pieza completa. Pero esto también tiene otra ventaja, se ha pensado que en el ensamblaje del techo, las correas de los extremos no tienen que ser una pieza completa en el caso de láminas de acero, por tanto estas serán utilizadas en medios perfiles.
5.3. Factores Estructurales:
Dentro de las características estructurales del sistema de techo, la correa es parte esencial del mismo. Los espesores de este componente pueden variar de acuerdo a la distancia entre sus apoyos, para lo cual se cuenta con la siguiente gama de valores que ofrecen los cálculos realizados: 0,90 mm (C20), 1,20 (C18), 1,50 (C 16), 1,90 (C14).
Tal y como fue concebida la configuración del sistema de techo, y su componente básico (la correa), se logran alcanzar luces entre apoyos adecuadas para las viviendas (hasta 9,00 metros), pero, es importante destacar que estas dimensiones, están directamente relacionadas a las dimensiones y configuración del techo en acero.
En la figura 9, se representa una síntesis de los resultados obtenidos a partir de los cálculos estructurales del sistema, en los cuales se ilustra mediante curvas, los diversos espesores de la correa y sus requerimientos en cuanto a arriostramiento. El recorrido de la curva muestra la relación entre la luz que se desea cubrir y la sobrecarga admisible. Esto nos permite seleccionar el espesor más conveniente de correa que cumpla con los requerimientos de cada caso, dándole un uso más racional al componente. Las gráficas se realizan para correas con separación de 0,60 M (A) y con separación de 1,00 M entre sí (B).
5.3.1. Resultados de las Pruebas Estructurales:
Uno de los principales objetivos en los resultados de estas pruebas era la comprobación de ciertos índices de seguridad en el comportamiento estructural de las correas y de los tipos de unión que se proponen; esto a través de una forma avalada que la Empresa INVESTI puede ofrecer.
La experimentación contó con tres tipos de pruebas de cargas: De acuerdo con la especificación de las tablas de cálculos para correas en acero se toman tres longitudes con las características que a continuación describimos:
PRUEBA N.1:
Para Correas de 7.00 Mts de longitud, 1.9 mm de espesor y un rigidizador a 1/2 de la distancia entre apoyos.
Para este caso se colocaron un par de correas conectadas con un rigidizador a la mitad de la luz de 7.00 M y apoyadas en sus extremos por dos muros de bloques de concretos y con la conformación de una viga de corona en la cual se le coloca la unión que se ancla por medio de una bigotera en la viga de corona. Posteriormente la correa se fija a la plancha superficial con soldadura .
De esta manera se comenzó a colocar planchas de hierro de 17 Kg cada una, logrando para la primera carga repartida 54 Kg/ M lineal que corresponde a la carga para correas con separación de 0,60 M y que implica dos veces la suma de la carga que indica (por metro lineal), la tabla donde se especifica este tipo de correa. Para cada carga admisible se midió la deflexión de las correas a la mitad y a 3/4 de la luz y a partir del límite considerado para la flecha se procede a retirar los fleximetros y se continúa incrementando la carga hasta lograr la falla de la correa. De esta forma se le incrementó cargas a las correas hasta los 170 Kg/ M Lineal, que fue el punto en que falló las correas.
Al momento de la falla de las correas no se observó falla visible en los elementos de anclaje, pero sí un pequeño volcamiento de los muros de bloques que servían de apoyo.
PRUEBA N.2:
Para Correas a 5.00 Mts de Longitud, con espesor de 1.9 mm y sin rigidizador entre correas |
Para el montaje de las correas se construyen dos muros con separación de 5.00 M de longitud correspondientes a la longitud de las correas para esta prueba. Después de solidificada la viga de corona se procedió a colocar cuatro planchas de acero en forma de [. Este tipo de accesorio plantea una unión seca entre los muros de apoyos y el propio elemento conector de las correas. Aquí se introdujo raw-plug en las vigas rellenas para posteriormente atornillar a estos puntos las planchas. Seguidamente se realizó la soldadura en la base de las correas conjuntamente con los conectores que estaban dispuestos bajo estas.
Para esta experimentación correspondió colocar planchones de 52 Kg /M lineal distribuidos en forma repartida. Con este peso se comenzó a medir con los fleximetros la deflexión de las correas a la mitad de la distancia y a 3/4 de la luz. Esta deflexión en las correas se midió hasta los 198 Kg/ M lineal, marcando el fleximetros del centro 1.192 cms considerado dentro de los límites de flecha admisible. Luego de esta marca se retiraron los fleximetros y se continuó el montaje de las cargas hasta 287 Kg/ M lineal. Las correas en esta prueba no fallaron y con este peso se suspende la prueba, pues estas cargas iban más allá de lo planteado.
PRUEBA N.3:
Correas a 3.50 Mts de longitud, en espesor de 1 mm y sin rigidizador entre correas. |
Al igual que en las pruebas anteriores, se dispone de dos muros en bloque de concreto con vigas de corona para la fijación de las correas. Para este caso por tratarse de correas de 1 mm de espesor, en el tipo de unión con el muro no era conveniente el uso de soldadura. Por tanto en este caso se plantea una unión apernada tanto al muro como a la base de la correa. Este tipo de unión es una chapa de acero de 1.9 mm de espesor en forma de L que se atornilla al muro con la ayuda de Raw-plug y a la base de la correa se utilizan remaches de 1/8 » de diámetro. Para esta alternativa también se propone cambiar los remaches por tornillos con tuercas, pero para las pruebas interesó medir el índice de seguridad con el uso del remache .
Se comenzaron a colocar cargas a partir de los 51 Kg /M lineal alcanzando una flecha en el centro de 1.77 cm. Luego se duplicó la carga a 102 Kg / M lineal tomando una flecha al centro de la correa de 2.84 cms . Hasta aquí se consideró la medición de la flecha y se continuaron incrementando las cargas hasta los 136 Kg / M lineal donde ocurrió la falla en las correas. En este caso las correas sufrieron un aplastamiento del alma vertical hasta considerarse horizontal (producida por el pandeo lateral), pero no se desploman y las uniones sufrieron una ligera torcedura debido al movimiento de las correas al momento del volcamiento. Así mismo ocurrió un pequeño volcamiento de los muros que servían de apoyo.
Las pruebas N.1 y N.2 demostraron un comportamiento muy aceptable, de acuerdo a lo planteado. En cuanto a la prueba N.3, es conveniente hacer mención que para el caso de la correa en 1 mm de espesor es muy aconsejable el uso de uniones conectoras con tornillos y no con soldadura (como se planteó en la experimentación), ya que el material no ofrece toda la resistencia necesaria para esta técnica. El uso de remaches resulta ser bastante adecuado y seguro, siempre que se utilice en los márgenes de luces a cubrir que se especifican en las tablas de cálculos.
- 6. CONCLUSIONES:
Para el desarrollo de la alternativa de techo presentada en este estudio, se tomaron en cuenta aquellos problemas detectados en los componentes de techo en lámina metálica, comúnmente utilizados por las viviendas de bajo costo de nuestro país. El propósito de la propuesta es contribuir y ampliar la oferta de componentes de techo, con un concepto más acorde con la realidad económica de Venezuela. Por otra parte, las luces entre apoyos que se logra con la correa, permite anticipar su uso no sólo en viviendas, sino también en cubiertas para galpones industriales.
Correspondería para un estudio posterior en esta misma línea de investigación, la comprobación de todos aquellos detalles de uniones de techo que requieren las diferentes tipologías de viviendas y que en este trabajo solo se han presentado planteándose alternativas de solución.
Para afianzar los resultados obtenidos se hace imprescindible en una segunda etapa, lograr una producción industrializada de las piezas básicas del sistema de techo. Ello, permitiría lograr resultados óptimos en el ensamblaje del techo garantizándose con ello, la calidad de la cubierta.
En cuanto a las propiedades térmicas de la cubierta, debe profundizarse el estudio tanto de transferencia de calor a través del techo como la incidencia del componente en el ambiente interior, tomando en cuenta variables fundamentales como de ventilación y radiación. Esto permitiría obtener resultados más completos ya que aportaría elementos de fundamento, al ámbito de la vivienda en nuestro país.
Según las estimaciones de costos realizadas en la primera etapa del sistema en cuestión, estos resultaron un 9% menos costosos si se les compara con otras alternativas como, por ejemplo, la lámina metálica ondulada. Estas estimaciones toman en cuenta diferentes ventajas que se plantean con el Sitech:
- Aumento del espesor de la lámina de cobertura (0,45 mm), con respecto a lo que usualmente se coloca en las viviendas de bajo costo (0,20 – 0,30 mm), para ofrecer una mayor durabilidad.
- Disminución de accesorios de fijación para soporte de las láminas de cobertura.
- Construcción y mejoramiento del techo por etapas.
- Disminución en los pasos de montaje y ensamblaje del techo.
- Incorporación de una cámara aislante, para contribuir al mejoramiento térmico de la vivienda.
- Mayor durabilidad en las uniones evitando la corrosión de las diferentes piezas que conforman el sistema.
Estos primeros resultados, permiten anticipar una reducción significativa de dichos costos, de lograrse la etapa de industrialización.
El uso de la lámina metálica plana, proveniente de las bobinas, nos ofrece así una alternativa eficaz que, siempre y cuando se emplee con normas y procesos adecuados en la producción de techos, puede ofrecer resultados óptimos aún tratándose de climas tropicales como el de Venezuela (foto 10).
7. REFERENCIAS
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Blachere, Gerard (1977).Tecnologías de la Construcción Industrializadas. Ediciones Gustavo Gili. España.
Buffa, Elwood (1977). Administración y Dirección Técnica de la Producción. Editorial LIMUSA. Cuarta Edición, México.
Cilento. Alfredo (1992). Un Nuevo Paradigma: Germinación de la Vivienda con Financiamiento de Corto Plazo. IDEC. FAU. UCV. Caracas, Vzla.
Curiel, Ernesto (1982).La Arquitectura en Regiones de Venezuela. Trabajo de ascenso para optar a profesor Asistente en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela. Vzla.
Hernandez, Henrique (1986) Programa de Incentivos a la Innovación en la Producción y Comercialización de Materiales y Componentes para el Habitad Popular, Promat. Revista del IDEC, Tecnología y Construcción N.2. IDEC, FAU, UCV, Caracas, Vzla.
Hobaica, Maria Elena (1991). Validación Experimental de un Modelo de Térmica de Edificaciones en Clima Tropical Húmedo. Tesis Doctoral presentada en el Instituto de Desarrollo Experimental (IDEC), FAU, UCV. Vzla.
IDEC (1978). El enfoque del sistema de edificaciones. Guía de estudio. Instituto de Desarrollo Experimental de la Construcción. Facultad de Arquitectura y Urbanismo. UCV. Vzla.
Koenigsberger, Otto (Et.Al). Roofs In The Warm Humid Tropics. Architectural Association London. Paper Number 1.UK
Koenigsberger, Otto (1977). Viviendas y Edificios en Zonas Calidas y Tropicales. Editorial PARANINFO.UK.
OCEI (1990). El censo 90 en Venezuela. Oficina Central de Estadística e Informática, 1993. p.428.
(*) Vivienda Progresiva: Aquella que crece y se consolida a partir de una condiciones básicas y su mejoramiento y consolidación va de acuerdo a los recursos y necesidades de cada familia.
* Nota: Si nos atenemos a las cifras del Censo 1990, más del 60% de la población venezolana viven en barrios.
(7) EKOPRACTICA C. A. ANALISIS DEL ENTORNO. PERIODO 1990 – 1994. Caracas, Enero 1989.
(8) CILENTO ALFREDO. DESPUES DE 1983: Tendencias de la construcción de edificaciones. Ponencia presentada en las VI jornadas de Investigación. IDEC . FAU . UCV, 1987.
(13) Op.Cit. BLACHERE GERARD. BARCELONA 1977. Tecnología de la construcción Industrializada. Ediciones Gustavo Gili.
(14) Ibidem