
Enrique Alí González Ordosgoitti[i]
(Doctor en Ciencias Sociales, Sociólogo, Folklorólogo, Filósofo, Teólogo, Profesor Titular de la UCV, de la Facultad de Teología de la UCAB y del Instituto de Teología para Religiosos-ITER .
-Cocreador y Coordinador -desde 1998- del Sistema de Líneas de Investigación (SiLI) sobre Sociología, Cultura, Historia, Etnia, Religión y Territorio en América Latina La Grande.
-Cocreador y Coordinador General -desde 1991- de la ONG Centro de Investigaciones Socioculturales de Venezuela-CISCUVE.
-Cocreador y Coordinador -desde 2011- de la Página Web de CISCUVE: www.ciscuve.org
Para contactarnos: ciscuve.org/web, ciscuve@gmail.com; @ciscuve, ciscuve-Facebook, @enagor; enagor2@gmail.com, Skype: enrique.gonzalez35
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(Publicado en la Revista Familia Cristiana Digital de los Hermanos Paulinos, Año 30, Nro. 49, Abril 2013. (www.familiacristiana.org.ve)
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Breaks in Latin America to Spain and France in the nineteenth century. (Speaking of April 19, 1810).
Enrique Alí González Ordosgoitti.
(Sociologist, Doctor of Social Sciences, Professor of the UCV, of the Faculty of Theology of the UCAB, the Institute for Religious Theology-ITER and SVAJ, Coordinator of Research Areas System (SiLI) on Sociology, Culture, History, Race, Religion and Territory in Latin America the Great and General Coordinator since 1991 of the NGO Research Center of Venezuela-CISCUVE Sociocultural, ciscuve.org/web, ciscuve@gmail.com ; @ciscuve, ciscuve-Facebook, @enagor; enagor2@gmail.com , Skype: enrique.gonzalez35)
(Published in the Journal of Family Christian Brothers Digital Paulines, Year 30, No. 49, April 2013. (www.familiacristiana.org.ve)
Les ruptures de l’Amérique latine à l’Espagne et la France au XIX e siècle. (Parlant du 19 Avril 1810).
Enrique Alí González Ordosgoitti.
(Sociologue, docteur en sciences sociales, professeur de l’UCV, de la Faculté de Théologie de l’UCAB, l’Institut de Théologie Religiese-ITER et SVAJ, Coordonnateur du Réseau des aires de recherche (SiLI) sur la Sociologie, de la Culture, Histoire, Race, la Religion et territoire en Amérique Latine le coordonnateur Grand et Général depuis 1991 du Centre de recherche des ONG du Venezuela-CISCUVE socioculturelle, ciscuve.org/web, ciscuve@gmail.com ; @ciscuve, ciscuve-Facebook, @enagor; enagor2@gmail.com , Skype: enrique.gonzalez35)
(Publié dans le Journal of Family Christian Brothers Digital Paulines, Année 30, n ° 49, Avril 2013. (www.familiacristiana.org.ve )
Quebras na América Latina para a Espanha e França, no século XIX. (Falando de 19 de abril, 1810).
Enrique Alí González Ordosgoitti.
(Doutor Sociólogo, de Ciências Sociais, Professor da UCV, da Faculdade de Teologia da UCAB, o Instituto de Teologia Religiosa-ITER e SVAJ, Coordenador do Sistema de Áreas de Investigação (SiLI) em Sociologia, Cultura , História, Raça, Religião e Território na América Latina o Coordenador Geral Grande e desde 1991 de ONG Centro da Pesquisa de Venezuela-CISCUVE Sociocultural, ciscuve.org/web, ciscuve@gmail.com ; @ciscuve, ciscuve-Facebook, @enagor; enagor2@gmail.com , Skype: enrique.gonzalez35)
(Publicado no Jornal da Família Cristã Irmãos Paulinos Digital, Ano 30, N º 49, abril de 2013. (Www.familiacristiana.org.ve)
Resumen.
Hablar de la ruptura de América Latina con España y Francia en el siglo XIX, implica necesariamente asumir como eje de ordenación del discurso, la pluralidad y la diversidad de modos de esas rupturas. Tal diversidad –soslayada en el discurso historiográfico dominante- luce muy significativa para poder explicar las actuales diferencias históricas entre las naciones latinoamericanas. Pensamos que es posible señalar tres agrupamientos alrededor de estos procesos de ruptura, tanto en el tiempo (siglos XIX y XX), como en los modos: rupturas logradas (violentas y pacíficas), rupturas inconclusas y rupturas postergadas. Y esos tres procesos de ruptura vendrán aparejados con repercusiones en el campo étnico todavía vigentes.
Palabras Clave: Guerra de Secesión Latinoamericana. América Latina. Cuba. EEUU. Haití. Puerto Rico. República Dominicana. España. Francia. Etnia Afroamericana. Etnia Española. Etnia Criolla. Lo Latinoamericano versus Lo Sajón. José Martí. Siglo XIX.
Summary.
Talking about the breakup of Latin America and Spain and France in the nineteenth century, as the axis necessarily assume management of speech, plurality and diversity of modes of such failures. Such diversity-evaded the dominant historiographical discourse seems very significant to explain the current historical differences among Latin American nations. We think it is possible to identify three clusters around these processes of rupture, both in time (XIX and XX), as in modes: ruptures achieved (violent and peaceful), unfinished breaks and ruptures postponed. And those three processes break come rigged ethnic implications in the field still running.
Keywords: Latin American Civil War. Latin America. Cuba. U.S.. Haiti. Puerto Rico. Dominican Republic. Spain. France. African-American race. Ethnicity Spanish. Ethnicity Creole. The Latino versus the Saxon. José Martí. Nineteenth century.
Résumé.
Parler de l’éclatement de l’Amérique latine et l’Espagne et la France au XIX e siècle, comme l’axe nécessairement assumer la gestion de la parole, de la pluralité et de la diversité des modes de défaillances. Une telle diversité éludé le discours dominant historiographique semble très important pour expliquer les différences actuelles entre les nations historiques d’Amérique Latine. Nous pensons qu’il est possible d’identifier trois groupes autour de ces processus de rupture, à la fois dans le temps (XIX et XX), comme dans les modes: ruptures atteint (violente et pacifique), les pauses non finis et des ruptures reportée. Et ces trois processus briser viennent truquées implications ethniques dans le domaine en cours d’exécution.
Mots-clés: Amérique latine Guerre civile. L’Amérique latine. Cuba. États-Unis. Haïti. Puerto Rico. République Dominicaine. Espagne. France. Afro-américaine course. Origine ethnique espagnol. Origine ethnique créole. Le Latino contre le Saxon. José Martí. Dix-neuvième siècle.
Resumo.
Falando sobre o rompimento da América Latina e Espanha e França, no século XIX, como o eixo necessariamente assumir a gestão da pluralidade, fala e diversidade de modos de tais falhas. Tal diversidade evitou o discurso dominante historiográfica parece muito significativo para explicar as actuais diferenças históricas entre as nações da América Latina. Achamos que é possível identificar três agregados em torno desses processos de ruptura, tanto no tempo (XIX e XX), como nos modos: rupturas alcançado (violento e pacífico), quebras e rupturas inacabadas adiadas. E esses três processos quebrar vêm manipuladas implicações étnicas no campo ainda em execução.
Palavras-chave: América Latina guerra civil. América Latina. Cuba. EUA. Haiti. Puerto Rico. República Dominicana. Espanha. França. Africano-Americano corrida. Etnia espanhola. Raça crioula. O Latino versus o saxão. José Martí. Século XIX.
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Hablar de la ruptura de América Latina con España y Francia en el siglo XIX, implica necesariamente asumir como eje de ordenación del discurso, la pluralidad y la diversidad de modos de esas rupturas. Tal diversidad –soslayada en el discurso historiográfico dominante- luce muy significativa para poder explicar las actuales diferencias históricas entre las naciones latinoamericanas.
Pensamos que es posible señalar tres agrupamientos alrededor de estos procesos de ruptura, tanto en el tiempo (siglos XIX y XX), como en los modos: rupturas logradas (violentas y pacíficas), rupturas inconclusas y rupturas postergadas. Y esos tres procesos de ruptura vendrán aparejados con repercusiones en el campo étnico todavía vigentes.
1.-Ruptura temprana en el siglo XIX: Haití.
Aunque la primera ruptura América-Europa se produce a finales del siglo XVIII con la Revolución Norteamericana, a los fines que nos interesa, nos circunscribiremos a América Latina, siendo la primera ruptura la llevada a cabo en Haití.
Esta ruptura va a mantener su originalidad a lo largo de todo el siglo XIX. Podemos caracterizarla como una triple ruptura:
-una ruptura política nacional (contra Francia);
-una ruptura contra la ideologización conservadora de la Revolución Francesa
-y una ruptura étnica en contra de la etnicidad europea-blanca dominante.
El asumir la voluntad de separación de Francia, significó simultáneamente: razonar en contra del dominio francés y además, proponer una idea de nación americana a partir de la ascendencia étnica africana.
La ruptura con Francia inevitablemente llevaba a un cuestionamiento de la ideología de la Revolución Francesa, asumiéndose en lo fundamental, como una crítica a los sectores dirigentes franceses por su falta de compromiso práctico con los ideales de la Revolución, considerándose a sí misma la Revolución Haitiana, como la verdadera concreción de los ideales franceses. Es decir, la Revolución Haitiana se asume como una ruptura política con Francia, pero una continüidad ideológica con la Revolución Francesa, tal como queda evidenciado con su posterior apoyo al proyecto bolivariano, emparentado genéticamente con la francesa, a partir de su adopción del modelo republicano.
Un elemento no suficientemente destacado de la Revolución Haitiana, es el que en su recomposición posterior al triunfo militar, tanto en la Sociedad Política, como mucho más en la Sociedad Civil, van a estar presente, de manera determinante, aspectos de la socialidad del África Occidental, no solamente en la Vida Cotidiana, sino incluso en la cosmovisión y visión sociopolítica.
Ha sido desde la literatura (Alejo Carpentier), el campo escritural donde tal particularidad ha sido destacada, pero más allá del Realismo Mágico, es justo señalar que la presencia africana se volvió insoslayable, no sólo por la evidente ascendencia sobre la mayoría de la población, sino que a su vez, esta presentaba dos características que reforzaban su etnicidad política afroamericana. La una, era el que estas migraciones eran muy recientes, fundamentalmente del siglo XVIII, debido a que fue durante este siglo, cuando Francia decidió intensificar la explotación azucarera en el Caribe (más en Haití que en Guadalupe y Martinica), con el inmediato aumentó el volumen de la Trata de Esclavos.
La otra característica era, que debido a que los Yorubas eran los principales esclavistas africanos intermediarios de los europeos en el siglo XVIII para el África Occidental, estos africanos tenían sus cotos de ¨caza humana¨ en la Región del Golfo de Guinea (hoy Benín, Togo, Ghana, Costa de Marfil, Costa de Oro, Liberia), por lo cual les era relativamente fácil capturar ¨piezas humanas¨ de parecidas etnicidades y orígenes tribales, incluso de iguales conformaciones etnopolíticas. Tal situación permitía que los esclavos llevados a Haití pudieran tener homogeneidad étnica y etnopolítica, lo que permitiría, al momento de finalizar la lucha contra Francia, una recomposición política, donde se conjugara el discurso oficial de la Revolución Francesa, con el discurso oral tradicional de las instituciones políticas africanas.
De esta manera, la creación de Reyes haitianos obedecería más a la impronta africana que a la europea, de ahí la legitimidad que rápidamente obtuvieran entre el pueblo.
Una pregunta que habría que realizar a este proceso, en la dirección de una Filosofía de la Historia Latinoamericana, es: ¿por qué una lucha étnica entre Blancos Europeos y Negros Afroamericanos, no produjo una ruptura total con la Ideología Europea dominante? Algunas respuestas podrían dirigirse hacia la aún incipiente conciencia acerca de la etnopolítica de origen africano presente en Haití. Pero si dirigimos la pregunta, no hacia los actores del momento, sino a la historiografía posterior ¿por qué no se ha analizado densamente la Revolución Haitiana desde el punto de vista étnico? Las respuestas apuntarían hacia lo que en otros trabajos hemos llamado las Políticas Étnicas Implícitas[ii], desarrolladas tanto por las Nuevas Repúblicas del XIX, como por su historiografía oficial, las cuales pueden ser tildadas de racismo por omisión.
2.-Ruptura temprana en el siglo XIX: las Guerras de Secesión de España en América.
De entrada afirmamos que lo que la Historiografía dominante llama Guerra de Independencia, nosotros denominamos Guerra de Secesión[iii]. Las razones estriban en lo siguiente, no hay que confundir el término de Colonia de Poblamiento -utilizado en la literatura historiográfica para caracterizar expansiones etnopolíticas antes del surgimiento de los Estados-Nación modernos- con el término de relaciones coloniales posteriores al surgimiento de los Estados-Nación modernos y que son concebidas como dominio imperialista de un Estado-Nación sobre otro Estado-Nación.
Antes de la llegada de los europeos, no existían Estados-Nación modernos en América, sólo Naciones Étnicas con aparato estatal consolidado (caso Incas y Aztecas), que mantenían un núcleo duro de población y territorio, relativamente escaso y sobre el cual ejercían soberanía y una extensísima periferia con la cual se relacionaban a través de alianzas de subordinación expresadas en tributos, mano de obra para las grandes empresas colectivas de regadío y contingentes armados para las guerras puntuales.
La otra gran mayoría de aborígenes americanos existían como Naciones-Étnicas sin aparato estatal. Por lo tanto, es posible concluir que la categoría de Estado-Nación moderno no es previa a la llegada de los españoles a América, sino posterior a los mismos, es más, a partir de ellos y con ellos, es cuando en América se alcanza la categoría de Estado-Nación moderno.
Por lo tanto, si América llega a tener parte en la Idea de Estado-Nación moderno con la impronta española, resulta lógico deducir que para el siglo XIX, todas las hoy Repúblicas Americanas formaban parte de un mismo Estado-Nación: la Monarquía Española. Por lo tanto, la lucha por separarse de España no es una Guerra de Independencia Nacional entre Estados Nacionales diferentes y por lo tanto una Guerra Internacional (como la Guerra de Liberación de Vietnam en contra de Francia, o la del Tíbet contra China actualmente), sino por el contrario, la lucha puede ser explicada como una Guerra de Secesión de las Provincias Españolas Americanas, es decir una Guerra Civil entre Españoles (Monárquicos/Realistas versus Republicanos/Patriotas).
Tal argumentación en vano ha tratado de refutarse con argumentos que apuntan más a una visión de inteligencia emocional, que a una explicación racional de la historia. Se nos ha dicho que el negar que hayamos sido Colonias y más bien Provincias, pareciera quitarle gravedad a la opresión de la que supuestamente habíamos sido víctimas. Pero tal afirmación es insostenible, pues no abogo por defender una leyenda dorada, sino que remito las explicaciones de las injusticias habidas, no a una relación Imperio-Colonias, sino a una relación Centro-Periferia, Metrópoli-Provincias, Centralismo-Regionalismo. Que como es evidente en los tiempos que corremos, son bien sabidas las profundas injusticias sociales, económicas, políticas y culturales que realiza el Centro contra las Regiones. Es más, nos atreveríamos a sugerir que los ataques más virulentos contra el cambio de relación de dominación en nuestra explicación historiográfica, de Imperio-Colonia a Centro-Región, provienen de pensadores que no quieren colocar al desnudo las pervivencias en la actualidad, de injusticias de larga data, atribuibles a un exacerbado centralismo.
Asentado el por qué preferimos hablar de Guerra de Secesión de España y no de Guerra de Independencia, cabe detenernos a comentar brevemente la afirmación historiográfica, que hace ver nuestras Guerras como corolarios de procesos ideológicos foráneos, como especie de universalización de visiones iluministas y enciclopedistas, que adquirieron corporeidad en las Revoluciones Norteamericana y Francesa. Sin descartar la influencia de ambas, creemos que las motivaciones que impulsaron la ruptura eran endógenas. Intentando resumirlas en una tesis, nos atreveríamos a plantear que, los principales sujetos activos de la ruptura fueron una fracción del Bloque Social Dominante, étnicamente denominados Criollos -cuando esta expresión sólo representaba a los Blancos Americanos hijos de Peninsulares y se excluía taxativamente a los Canarios- impulsados por la necesidad de reformular el modelo de acumulación económica, especialmente por la desigual transferencia de valor hacia la Península, provocado por el monopolio del Comercio, el factor económico más dinámico en el contexto del Capitalismo Mercantilista. Estos Criollos, utilizarían como Cámaras de Resonancia para la impugnación del poder oficial, a los Concejos Municipales, precisamente las instituciones creadas desde el siglo XII -durante la Guerra contra los Musulmanes- para limitar el poder político de la Monarquía.
Es decir que un sector del Bloque Dominante, por razones económicas particulares –ojo, no universales- emprende una lucha, desde las instituciones especializadas en enfrentar la Monarquía desde antaño. Razones endógenas suficientes, para dejar de seguir viendo en nuestra Guerra de Secesión, la continuidad romántica de las Revoluciones de EEUU y de Francia.
Al asumirla como Guerra de Secesión, la asumimos a su vez como una Guerra Civil, tanto por el argumento dado por Vallenilla Lanz, de que la mayor parte de los miembros de los Ejércitos Patriotas y Realistas, eran individuos nacidos en Venezuela, como por el contundente argumento formal y verdadero, que al menos hasta 1824 (cuando se efectúa la Batalla de Ayacucho en Perú), todos los involucrados seguían siendo de nacionalidad española.
Si todos éramos españoles, no puede seguirse argumentando anacrónicamente, de haber sido una Guerra entre venezolanos/chilenos/argentinos contra españoles. Es necesario recontextualizar las nociones de Patriotas y Realistas y situarlas en el marco que le es más propio dentro de una Historia de la Nación Española y de la cual no podemos seguir estando ajenos, al menos hasta 1824.
Para una Filosofía de la Historia Iberoamericana, es necesario comprender que la impronta que efectuará la Revolución Francesa sobre Europa desde finales del siglo XVIII, será la de una radical impugnación a la Monarquía a partir de una proposición de República laica y secular. En el XIX temprano, el impacto en la Península Ibérica conformó dos grupos políticos: Monárquicos y Republicanos. Los cuales estarán en la base sociopolítica, tanto de las Guerras Civiles de Secesión de la América Hispana, que pregonarán la ruptura con España, como de las Guerras Civiles que asolarán la Península en los siglos XIX (Carlistas) y XX (1936-1939) y que sólo concluirán en 1976 con la muerte de Franco, la ascensión del Rey Juan Carlos y la elección del Primer Ministro de la Unión de Centro Democrático (UCD), Adolfo Suárez, con la adopción del modelo político de Monarquía Constitucional.
Cabe señalar a su vez, que aun habiendo plena identificación entre los Monárquicos y Realistas y entre los Republicanos y los Patriotas, estos últimos no contaron con la solidaridad automática de los republicanos peninsulares, por el contrario, también se enfrentaron bélicamente, a pesar de que cierta historiografía romántica quiere hacer ver lo contrario.
Otro problema que surge para la elaboración de una Filosofía de la Historia, es el asumir una visión antropológica acerca de qué entender por lo prójimo y lo extraño en un contexto de Guerra Civil.
Observamos que la tensión entre lo prójimo y lo extraño en el contexto de la Guerra Civil transformada en Guerra de Secesión, se intentó resolver por proposiciones ideologizadas que devinieron en poderosos intentos de Aculturación, que intentaban negar la cualidad de ciudadanos españoles de ambos bandos contendientes, agravándose –si cabe- la coherencia cultural, por el hecho de que la fracción del bloque dominante que encabeza la ruptura, debe su definición étnica[iv] –incluido su etnónimo- a ser blancos hijos de blancos peninsulares.
El momento emblemático de esta proposición aculturadora, lo constituye el Decreto de Guerra a Muerte de 1813 con la respectiva división de la población en dos bandos: americanos versus españoles-canarios. Debió resultarle violentamente sorpresivo, a quienes hasta ese momento eran sólo ciudadanos españoles. La ciudadanía americana surge como un intento de diferenciación cultural violenta del tronco étnico hispano, que condujo a una ideologización negadora del aporte ibérico, actitud dominante aún hoy en día. Esta actitud se constituye en un obstáculo epistemológico para poder acceder a una visión más acorde con nuestra identidad cultural.
3.-Ruptura tardía en el siglo XIX: República Dominicana, Cuba y Puerto Rico.
Otro grupo de naciones que van a sufrir procesos de rupturas específicas -muy diferentes a la que llevaron a la creación de las Repúblicas en la Ruptura temprana del siglo XIX- serán República Dominicana, Cuba y Puerto Rico.
El caso de República Dominicana se convierte en único, pues su ruptura con España será menos importante para su historia nacional, que su ruptura con Haití, que la había invadido alrededor del segundo tercio del siglo XIX.
República Dominicana presenta la especificidad de:
-ruptura con España,
-invasión haitiana,
-alianza con España para expulsar a los haitianos,
-restauración de la dominación española y
-nueva ruptura con España para convertirse propiamente en República Dominicana.
Desde el punto de vista de una filosofía de la historia latinoamericana, República Dominicana nos muestra una continüidad histórica y étnica con España, mientras que rechaza la etnicidad africana por considerarla alusiva de lo haitiano. Llegando hasta el extremo de que en el Pasaporte Oficial (al menos hasta la década de los 1990), el apartado de color de piel sólo admite dos respuestas: blanco e indio. Es decir, que los dominicanos de color negro son asumidos como Indios, sabiendo que este componente étnico fue aniquilado en el ya temprano siglo XVI.
En el caso de Puerto Rico y Cuba nos encontramos con una separación tardía pero inconclusa, por haber pasado a formar parte de una nueva relación neocolonial con los EEUU. Aunque en el caso de Puerto Rico, observamos la profundización de la relación neocolonial a través de la figura de Estado Asociado. Diferente será el caso de Cuba transformada, en una República tutelada.
Estas dos naciones, Puerto Rico y Cuba, al contrario de las naciones continentales, asumirán una identificación étnica con España, como manera de enfrentar la impronta sajona de los EEUU. Esta circunstancia estará en la base del desarrollo del Pensamiento Filosófico Iberoamericanista del siglo XIX, expresado en pensadores como José Martí, quien acuña la frase de la Patria es América, entendida propiamente como Iberoamérica.
Resumiendo una visión étnica de las Guerras de Secesión de la América Española y de la América Francesa del siglo XIX.
Con lo anterior esbozamos una tipología para una Filosofía de la Historia Latinoamericana de las antiguas provincias españolas y francesas en América:
-separación temprana con impronta afroamericana (Haití);
-separación temprana con rechazo a la etnicidad española, indígena y afroamericana (desde México hasta Argentina);
-separación tardía con reivindicación de la etnicidad española y rechazo a la etnicidad afroamericana (República Dominicana) y
-separación tardía con reivindicación de la etnicidad española y enfrentamiento a la etnicidad sajona de los EEUU (Cuba).
Cuadro: Las Rupturas con España y Francia en el siglo XIX y sus consecuencia étnicas (EAGO, 2013).
Rupturas Siglo XIX. | Etnias | |||||
Secesión Temprana. | Criolla. | Española. | Francesa | Indígena. | Africana. | EEUU |
Haití. | Aceptación | — | Rechazo | Rechazo | Aceptación | — |
De México a Argentina. | Aceptación | Rechazo | — | Rechazo | Rechazo | — |
Secesión Tardía. | ||||||
República Dominicana. | Aceptación | Aceptación | — | Aceptación | Rechazo | — |
Cuba. | Aceptación | Aceptación | — | Rechazo | Rechazo | Rechazo |
Puerto Rico | Aceptación | Aceptación | — | Rechazo | Rechazo | Rechazo |
[i] .-Pregrados: Técnico Superior de Folklore (M. d Educación, INCIBA, 1975), Sociólogo (UCV, 1978), Locutor (M. de Comunicaciones, 1986), Baccaleurato Filosófico (Universidad Pontificia de Roma-ITER, 2004). Postgrados: Especialista en Administración de los Servicios Culturales (ENAHP, CLACDEC, OEA, 1981), Estudios en Maestría de Historia de América Contemporánea (UCV, 1984), Doctor en Ciencias Sociales (UCV, 1999) y Estudios Avanzados de Teología (UCAB, 2012)
[ii] .-Ver ¨¿Cuánto queda de América Latina a la luz de las nuevas Etnicidades? Apuntes Étnicos para una Filosofía de la Historia¨, https://ciscuve.org/?p=344
[iii] .-Ver de nuestra autoría: ¨1810-2010: ¿Doscientos años de qué? De construir un Camino con 32 Piedras¨, https://ciscuve.org/?p=2590
[iv] .-Ver mi trabajo: ¨La dificultad de sentirse parte de una etnia. Problemas del multiculturalismo en Venezuela¨, https://ciscuve.org/?p=2517